¿Qué promueve las últimas peleas de mujeres en la política peruana?

Cuando de discutir se trata, los sentimientos que motivan a una mujer a enfrentarse a otra son distintos a los que siente un hombre hacia su mismo género. Según explica el psicoanalista Alberto Péndola, entre las damas predominan los celos y la envidia, mientras que los varones buscan demostrar quién tiene más poder.

En el ámbito político las motivaciones no son distintas. Los celos, la envidia y la demostración de la capacidad de poder son el origen de los enfrentamientos que se ven a diario entre las mujeres.

“Aunque a nivel político se van a sofisticar y racionalizar los argumentos, pero siempre van a destacar tú no has hecho esto porque me tienes celos y me tienes envidia. En el fondo va a ser eso”, sostiene Péndola.

Así lo demuestran el enfrentamiento que protagonizaron la primera dama, Nadine Heredia, y la presidenta de la comisión Martín Belaunde Lossio, Marisol Pérez Tello, por el ámbito de trabajo de esta comisión investigadora, la variación de la condición de Heredia de invitada a investigada, entre otras implicancias surgidas por el desarrollo de este grupo parlamentario.

Otros enfrentamientos entre mujeres pusieron en el centro del escenario a las congresistas Ana Jara y Carmen Omonte por la pérdida de un millón de pañales de los almacenes del Ministerio de la Mujer, y a la presidenta del Congreso, Ana María Solórzano, y a la vicepresidenta Marisol Espinoza, por la presidencia del Legislativo.

HEREDIA ATACA. El clímax del enfrentamiento entre Heredia y Pérez Tello se manifestó cuando la primera acusó a la segunda de hacerle una pregunta inapropiada, la cual la relacionaba sentimentalmente al gerente de Antalsis, Rodrigo Arosemena. Luego se descubrió que las cosas no ocurrieron como las contó la esposa del Presidente, pues la pregunta fue hecha al empresario hace dos meses.

En opinión del analista Fernando Rospigliosi, Heredia ha añadido un tono melodramático a la discusión. “Ha usado su condición de mujer para victimizarse. Ella ha aludido a su condición de esposa o madre. No es usual que un hombre diga soy padre o soy esposo”, manifestó para destacar una diferencia entre los recursos que utilizan hombres y mujeres para enfrentarse a sus congéneres.

Sobre este último enfrentamiento, Péndola opinó que Heredia “se fue hasta el otro extremo” al acusar a la parlamentaria de mancillar su honor, mientras que sobre Pérez Tello destacó que ella esperó que transcurran 24 horas para pronunciarse. “Al día siguiente dijo algo similar a ‘la violencia física y verbal es el recurso de los incapaces’”, recordó.

Péndola también observó que la envidia podría ser el motivo por el que Heredia rechazó a Espinoza para que presida el Legislativo, pues la segunda tiene cierta trayectoria política de la que la esposa del Presidente carece. “Mejor la postergo y no permito que aparezca”, habría sido el razonamiento de Heredia según el psicoanalista.

JARA VS. OMONTE. Ambas fueron titulares del Ministerio de la Mujer. Su enfrentamiento por la pérdida de un millón y medio de pañales continúa, pues el caso es investigado por la Fiscalía.

Para analizar esta discusión, Péndola recuerda que tanto Carmen Omonte como Ana Jara dijeron en público que tenían el apoyo de los líderes de sus partidos. “Esto quiere decir mi hombre me apoya”, destaca el experto.

Mientras que desde el punto de vista político, Rospigliosi asegura que ambas han perdido. “Políticamente ha sido muy malo para ellas enfrentarse de manera pública y de forma agresiva”, opina.

NEGOCIACIÓN. En política se necesitan aliados, por ello hay que voltear la página y empezar de nuevo. Péndola explica que podrán hacerlo aquellos que son capaces de anteponer sus intereses políticos. “Me voy a tragar los sapos y voy a negociar”, resume el experto para explicar qué debe hacer aquel o aquella que quiera continuar en la carrera política.

Pero eso no es todo, agrega que también deben “tener mucha conciencia de sus virtudes y carencias, de sus odios y sus amores y tratar de mantenerlos sujetados”. Todo sea por alcanzar los objetivos.