Santillana: "El premier Juan Jiménez es el típico chicheñó"
Santillana: "El premier Juan Jiménez es el típico chicheñó"

Si no fuera por el proceso de revocatoria, la vida política limeña estaría prácticamente paralizada hasta marzo. Pero la urgencia por desalojar a autoridades que cada día se muestran más incapaces no debe hacernos perder de vista la mayor amenaza a la que nos enfrentamos como país, los movimientos seudoecologistas que buscan descarrilarnos del progreso. El economista Miguel Santillana, investigador principal del Instituto del Perú en temas de economía minera, nos aclara el panorama.

Correo: ¿Qué opina de la reciente reunión entre el premier Jiménez y "Goyo" Santos? ¿Fue un error no tratar el tema de Conga?

Miguel Santillana: Jiménez Mayor carece de estrategia para manejar tanto a Santos, como a la ofensiva antiminera a nivel nacional. Santos ha formado un Frente Nororiental (FN), junto con Saavedra y Arana, cuyo objetivo es controlar Lambayeque, Cajamarca, Amazonas, Piura y Tumbes. Su centro de operaciones es Chiclayo. Articula a los MRTA, Patria Roja (y su nueva facción goyista del MAS) y Tierra y Libertad; y últimamente han tenido acercamientos con Movadef. El FN busca consolidarse de cara a las elecciones regionales del 2014 y presidenciales del 2016. Jiménez Mayor, que pronto va a ser cambiado, es el típico chicheñó que no sabe cómo enfrentar problemas de verdad.

C: ¿Y esto no lo percibe la pareja presidencial?

MS: Seguramente, pero ellos también carecen de una estrategia para hacerle frente al problema.

C: ¿Para qué sirvió el diálogo entonces?

MS: Santos tiene, frente a la población de Cajamarca, el mismo problema que Villarán; no hace nada. Es un "Susano". Su presupuesto inicial es igual al del 2012 porque no han generado nuevos proyectos. La producción de Yanacocha está a menos de la mitad de lo que se producía en 2006, lo que va a significar menos canon. Entonces él trata de lavarse la cara frente a sus coterráneos que ya están viviendo las consecuencias de tantos paros y marchas.

C: ¿Los ronderos no parecen descontentos con Santos?

MS: Hay tres Cajamarcas. La zona sur, donde está la capital; la zona centro (Chota y Cutervo) y la zona norte (Jaén y San Ignacio). Las rondas que apoyan a Santos y lo llevaron a la presidencia regional junto con Patria Roja son del centro y norte. El descontento está en la ciudad, que pasó de sesenta mil a 350,000 habitantes con la llegada de Yanacocha; todos los que invirtieron en servicios para la mina y para el turismo. Ellos han sentido la pegada. Se calcula que 7,000 profesionales han tenido que emigrar de Cajamarca. Lo que no se entiende es como, habiéndose levantado más de 17 expedientes de Contraloría contra Santos por malversación de fondos, esta semana la Fiscalía, operando desde Chiclayo, lo hayan exonerado de polvo y paja.

C: ¿La estrategia pasa entonces por sacar a Santos?

MS: Aplicando la ley. Si bien su vicepresidente es también de Patria Roja, entiendo que no tiene las ambiciones presidenciales de Santos, que además está buscando apartarse de la vieja guardia de Lima (Alberto Moreno, Breña, Barrera Bazán, etc.).

C: ¿Qué pasa en Cañaris y cómo se relaciona con el FN?

MS: Cañaris es un objetivo importante para el FN porque es uno de los pocos pueblos indígenas de la Sierra; descendiente de unos mitimaes traídos desde lo que hoy es Ecuador por Túpac Yupanqui. Ellos se ubican en una zona de Lambayeque desde la que es más fácil llegar desde Jaén que desde Chiclayo y por tanto es el Comité Unitario de Lucha de Cajamarca el que está marcando la línea de lo que sucede. Tanto así que Wilfredo Saavedra le ha puesto un "comisario político" al presidente de la comunidad de Cañaris para "coordinar sus acciones". ¿Se acuerda cuando Santos no le firma el acta a Lerner porque recibió una mirada de Saavedra? Lo mismo pasó el sábado pasado cuando se quiso instalar una mesa de desarrollo. La excusa entonces fue que se consultaría con los 45 caseríos. Pero yo ya tengo en mi poder el manifiesto que saldría de esa "reunión de consulta", manifiesto dictado desde Cajamarca con el mismo guión de Conga. Y este miércoles ya se han reunido los ronderos de Jaén para ir a "defender" a sus hermanos de Cañaris. Esto se explica porque lo que les ha fallado hasta ahora a los radicales es la densidad de la protesta.

C: ¿Esto es una lucha política antes que ecológica?

MS: Ya llegó a la zona Aduviri, para hacer una presentación sobre la minería a tajo abierto, a pesar que lo que Candente solo tiene autorización para efectuar exploración (perforaciones diamantinas). Lo que tenemos acá es una colección de violentistas radicales cuyo fin último no es una preocupación ambiental. Acá la guerra política de fondo tiene que ver con el modelo económico. Desde el 8 de agosto de 1990 el desarrollo del Perú se basa en la inversión privada, 75% de la cual se concentra en industrias extractivas. Por tanto para detener el modelo y conservar a su clientela política deben detener a las industrias extractivas. No es una hermandad aymara-cañariense.

C: ¿Creación heroica de los revoltosos locales o diseñada e impulsada desde fuera?

MS: Hay nexos con la Coordinadora Continental Bolivariana, las casas del ALBA y, por supuesto, las FARC que son las que controlan los cultivos de amapola en el norte de Cajamarca para su posterior transformación en heroína. La nueva vanguardia del marxismo latinoamericano es el "postextractivismo" en la cual el discurso es la preocupación de qué va a ser de nuestras sociedades una vez que se acaben los recursos. El tema es que, como siempre, la izquierda no termina de desarrollar y probar el producto y ya lo están vendiendo. El ideólogo de todo esto es el uruguayo Eduardo Gudynas, autonombrado ecólogo político, que tiene eco en organizaciones como Revenue Watch de Carlos Monje o Cooperación de José de Echave (el que hizo el informe de impactos de Conga), la red Muqui, el cura Arana y compañía. ¿Qué revolución vas a hacer si todos mejoran su calidad de vida? La izquierda tiene un discurso de equidad y justicia social, pero solo en función de que ellos sean los que impartan esa justicia social desde una posición de poder. No aceptan hasta ahora un libre juego democrático. Los cristianos de izquierda como Susana Villarán, con su cara lavada y apellidos de linaje, le abren la puerta a los radicales que no quieren la democracia; que es solo una excusa para llegar al poder y aconchabarse.