Si se desea hacer que las entrevistas tengan mayor potencial durante la contratación ante cualquier candidato y detectar el , lo mejor es aplicar una entrevista estructurada. Se trata de un modelo que RRHH ha estado aplicando en la actualidad y que emplea una serie de preguntas a todos los participantes, el objetivo es que la encuesta sea la misma para filtrar las respuestas de cada uno en menos tiempo.

En vez de prestar atención a sus calificaciones y experiencia anterior, este tipo de preguntas buscan conocer la capacidad del candidato para abordar un problema, superar una situación de estrés y el trabajo en equipo. A continuación, se muestran más detalles sobre cómo usar las entrevistas estructuradas.

¿Qué es una entrevista estructurada?

La es el elemento número uno de un proceso de selección. Consiste una serie de preguntas en igual orden y todos los candidatos según el tipo de vacante a cubrir, así se obtienen mejores resultados y sin sesgos.

De este modo, es más sencillo y efectivo obtener al candidato deseado al conocer cuáles son sus competencias laborales en mejor medida para el cargo seleccionado.

La característica principal de las entrevistas estructuradas es que emplean un enfoque sistematizado y ordenado. Por lo tanto, son un modelo estándar que se aplica a cualquier persona, lo que requiere un amplio conocimiento en las funciones y requisitos del cargo al que se postula.

¿Cómo sacar el potencial de una entrevista estructurada?

Debido a que se trata de obtener el mayor conocimiento posible sobre los candidatos que pasarán a formar parte de la empresa, es necesario tener esto en cuenta:

Conocer lo que se desea conseguir

Una entrevista es el medio para conseguir información de un tema específico para comprobar si el candidato es o no el indicado para el puesto de trabajo. En el caso de una entrevista estructurada, la organización conoce lo que quiere, pero debe comprobar de manera objetiva si la persona que se postula satisface los requisitos exigidos.

Para ello, se enfoca en cuantificar las competencias y habilidades del candidato, lo que aumenta la eficiencia del proceso de selección al evaluar criterios más importantes.

Tener los criterios de evaluación bien definidos

Para hacer encuestas estructuradas es necesario que los reclutadores tengan preparadas las preguntas y su puntuación respectiva. Por lo tanto, deben definir cuáles son las habilidades y competencias clave para el trabajo y establecer interrogantes específicas para cuantificarlas.

Después, deben contar con una escala de puntuación bien definida, puede ir del 1 al 10, y establecer criterios para cada uno, lo que asegura consistencia y precisión en la evaluación. Asimismo, se recomienda agregar un espacio para detallar comentarios y, claro está, verificar que los entrevistadores tengan la capacitación adecuada para usar la herramienta.

Ser objetivo en todo momento

La entrevista estructurada garantiza que los perfiles profesionales a evaluar tengan una base como evidencia, tomando en cuenta las puntuaciones alcanzadas en las respuestas de una pregunta.

En particular, si un candidato muestra claramente que sabe hablar inglés y los demás no, la subjetividad queda a un lado para el reclutador.

Ventajas de las entrevistas estructuradas y cuando no usarlas

Las entrevistas estructuradas son una herramienta útil para reunir información por medio de preguntas programadas que se presentan a todos los candidatos a un puesto laboral. Pero, este método tiene situaciones en las que no puede ser usado, todo dependerá de los objetivos de los reclutadores y el contexto a la hora de elegir a la persona.

Entre las ventajas de las entrevistas estructuradas destacan las siguientes:

Objetividad: hay menos sesgo para el reclutador, pues son preguntas repetidas que se hacen a distintas personas para mantener un estándar o criterio de selección.

Eficiencia: contar con una estructura predefinida antes de hacer las entrevistas laborales sirve para tener resultados más precisos. Además, tiene en cuenta un promedio de duración para la presentación de cada candidato, lo que mejora la organización.

Coherencia: emplear las mismas interrogantes a todos los participantes permite que la información recolectada sea consistente, lo que optimiza la comparación y selección de los candidatos.

Menos preparación para el entrevistador: aunque debe conocer cómo usar la entrevista estructurada de manera correcta, no necesita improvisar durante las encuestas, lo que solicita menos esfuerzo por parte del reclutador a la hora de desarrollar preguntas.

Mejor análisis de resultados: debido a que la información se ajusta a un mismo formato, es más sencillo evaluar las respuestas de los participantes.

Ahora bien, es importante saber cuando no se deben usar las entrevistas estructuradas:

• Situaciones en las que hay que explorar respuestas a partir de preguntas inesperadas o interesantes, ya que es un formato estricto.

• Entrevistas en las que no se desea que el entrevistado responda únicamente lo que se pregunta, si no ver cómo se desenvuelve.

Lo que sí debe estar claro es que la entrevista estructurada es esencial para detectar competencias técnicas clave cruciales para encontrar candidatos para un rol importante. Además, es útil cuando se quieren cuantificar resultados en poco tiempo y el proceso de selección es masivo.

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