Desde hace 30 años Rosario Cabrera se dedica a la fabricación de cortinas. Desde entonces siempre tuvo trabajo: su mejor publicidad era la recomendación de sus clientes. Nunca le faltaban pedidos para hoteles o casas. Sin embargo, en marzo tuvo que cerrar debido a la cuarentena. “Volví a empezar de cero”, cuenta.

En esa incertidumbre, Rosario encontró una nueva actividad para su empresa: el lavado de uniformes industriales. Ahora, tres veces a la semana —y con todas las medidas de seguridad— lava ropa de trabajo de los empleados de un importante proveedor para la industria minera. “Quizá este servicio se vuelva permanente y comencemos a recibir encargos de más clientes”, cuenta.

Bienvenido el cambio

Desde el 2010, Rosario ha participado de las capacitaciones del proyecto Emprende de Cerro Verde, que en Arequipa ha beneficiado a más de 3,000 personas, 80% de ellas mujeres. Mucho de lo que aprendió allí —asegura— le ha servido para reactivarse y salvar su negocio. Aunque ya sabía cómo administrar una caja chica o encontrar más clientes, aprendió a ver un negocio de otro modo. “La capacitación me dio seguridad, pues ante los problemas uno no puede ser débil”.



41% de los emprendedores capacitados por Emprende de Cerro Verde se dedican al rubro de servicios.

Tiempos después de iniciado el negocio de cortinas, Rosario se quedó a cargo de sus tres hijos, pues su esposo la abandonó. “Con las cortinas logré que estudien y sean profesionales”. Aunque hoy cada uno trabaja, todavía son un equipo a la hora de lavar, planchar y hacer cualquier labor del nuevo servicio.“Decían que el virus era incurable, nadie sabía cómo ni por qué estaba pasando”, recuerda Rosario. En esos momentos, más que pensar en su propia vulnerabilidad, pensó en sus hijos. “Yo tengo que ser la fortaleza de mi casa”, afirma.

Hace poco Rosario ha vuelto a fabricar cortinas, aunque el flujo de clientes no sea como antes. Ahora envía catálogos por Whatsapp y recibe pedidos. Eso sí: extraña la libertad que tenía de visitar a sus clientes, tomar personalmente las medidas, hacer sugerencias de materiales y colores. Pero si hay salud y trabajo, como ella dice, puede seguir adaptándose.

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