Son los adultos mayores quienes están más expuestos a presentar úlceras por presión o escaras. Sin embargo, su situación se complica si a la vez presentan algún tipo de discapacidad o dificultad para movilizarse; el flujo sanguíneo disminuye y el tejido muere, de no tratarse a tiempo podrían ser víctimas de infecciones generalizadas que afectarían músculos o incluso los huesos. El doctor César Villacrés, médico geriatra del hospital Alberto Sabogal y vocero de EsSalud, recomienda un cuidado diario y exhaustivo en aquellos pacientes.
“Estos casos se presentan con mayor prevalencia en adultos mayores y más aún si presentan un mayor grado de discapacidad o dependencia, las personas con alguna carga de salud como derrame cerebral, artritis severa o con problemas oncológicos, desnutridos, obesidad mórbida entre otros. Se debe hacer una evaluación diaria, si tengo en casa una persona en cama o esté en silla de ruedas, diariamente debo evaluar si hay cambios en textura o coloración de la piel, luego la limpieza y movilización constante del paciente, flexiones o atenciones sin causarle dolor al paciente”, sostuvo.
Solo el servicio de Medicina Interna del hospital Sabogal recibe un promedio de 150 pacientes por diferentes patologías, 30 de ellos vienen a causa de las escaras que presentan, adultos mayores entre los 60 y 80 años. Las principales causas de las úlceras por presión son la inmovilidad del paciente, ya que muchas veces estas personas se encuentran en situación de dependencia absoluta y postrados en una cama. Otro factor importante es el grado de desnutrición que puede tener un paciente, tanto la desnutrición severa como el sobrepeso o la obesidad. Además, la falta de hidratación de la piel, la incontinencia urinaria y fecal.
“La nutrición es importante, debe ser adecuada, comer proteínas que generen y regeneren la piel, carbohidratos y lípidos de manera equilibrada, hay que revisar si hay cambios en la coloración de la piel, eso quiere decir que estamos presentando ulceras por presión, por ello hay que hacer movilizaciones constantes para evitar esta ulceras, si no lo hacemos llegan a darse estadios más severos, lesiones que pueden comprometer músculos y huesos que requerirán hospitalización”, señaló Villacrés.
Los signos y síntomas para identificar de manera visual las escaras en una zona determinada del cuerpo, son cambios de coloración en la piel de un tono rojizo a un tono más violáceo hasta tener coloraciones más oscuras, también puede haber aumento de volumen como un hinchamiento, incluso puede haber secreciones y presentar cambios de temperatura.
“Es importante el cambio de lugar y ayudarlo con almohadas para que la presión del cuerpo y pierna no toque otra extremidad que pueda provocarle lesiones. Las sabanas y almohadas deben estar bien alisados porque esas grietas hacen que se adhiera y sea susceptible a lesiones”, acotó.