La llegada de San Valentín invita a celebrar el amor; y caemos en cuenta de que no solo nos nutrimos del amor romántico sino también de esos lazos profundos que tenemos con los amigos, la familia y también con los hijos. En más de una ocasión, podríamos haber escuchado a un padre o madre, comentando que “conoció el amor incondicional con la llegada de un hijo”. Por ello, en esta fecha también podemos reflexionar sobre algunas características de las familias peruanas respecto a este profundo vínculo afectivo.
La relación padres e hijos, puede ser una fuente inagotable de motivación y fortaleza para superarnos a nosotros mismos, y también motivo de tensión y más aún cuando no se encuentra apoyo; como el caso de 2 de cada 10 padres, madres y cuidadores se sienten solos al ejercer el rol parental, según la encuesta de Competencias Socioemocionales de Niños e Indicadores de Salud Mental de Cuidadores (ECIC) que Copera Infancia realiza junto a la Fundación Baltazar y Nicolás y la PUCP.
Precisamente, Miriam Laguna psicóloga y miembro de Copera Infancia, sostiene que la soledad que algunos padres experimentan puede tener un impacto significativo en el bienestar emocional personal y familiar.
“Muchos padres y madres pueden sentir que están solos antes sus responsabilidades parentales, los enfoques de crianza actuales y las nuevas generaciones implican cambios acelerados ante los cuales pueden sentirse desamparados. Además, por motivos de trabajo, las parejas podrían no estar juntas la mayor parte del día, y en muchos casos, también están lejos de la familia extendida. Esta experiencia de aislamiento también influye directamente en la dinámica familiar y debilita los vínculos. Los hijos pueden verse afectados al percibir la tensión emocional y experimentar la falta de conexión con sus cuidadores, lo que repercute en el bienestar socioemocional infantil”, expresa Laguna.
Además, la especialista señala que los resultados también arrojaron que el 25.5% de los cuidadores indicó experimentar estrés durante las tareas parentales; destacando que esta evaluación pone en evidencia la situación de la salud mental de los cuidadores de niños menores de 3 años en el país.
Cabe resaltar que esta evaluación es correspondiente a la segunda ronda de la ECIC, que contó con la participación de 4595 cuidadores de niñas y niños de entre 6 meses y 3 años en las regiones de Puno, Piura, Madre de Dios, Lima Metropolitana y Callao y que fue realizada por Copera Infancia, una comunidad peruana de aprendizaje conformada por organizaciones privadas, empresariales, académicas especializadas y profesionales vinculados a temas de primera infancia.
“Es importante recordar que no hay mejor inversión social y humana que la destinada a la infancia. Es oportuno y necesario que las autoridades impulsen programas de acompañamiento a los cuidadores para un correcto ejercicio de sus prácticas parentales proveyendo con ello, espacios de soporte para que padres y madres compartan las vivencias reales con sus hijos e identifiquen que hay desafíos comunes con soluciones posibles que benefician la salud socioemocional de los niños y también de los padres”, concluye Laguna.