Diabetes es una palabra que muchos tememos. Peor aún si el médico diagnostica que uno de nuestros hijos la padece. Nos preguntamos si le hemos permitido comer muchos dulces, si hay una carga genética que nos haga culpable de esta enfermedad y qué tipo de vida tendrá de hoy en adelante.
Natalia Miranda, especialista en diabetología, miembro de la Asociación Latinoamericana de Diabetes, en una entrevista para el grupo El Comercio, nos brinda toda la información que debemos conocer sobre la diabetes tipo 1 a pocos días de conmemorar el Día Mundial de la Diabetes, cuya fecha central es el 14 de noviembre.
La especialista aclara que la diabetes tipo 1 en los niños no está relacionada con los hábitos de vida ni si el menor tiene sobre peso o es delgado. “Tiene mucho que ver con una inmunidad que está predispuesta a despertar y atacar a nuestra propia inmunidad, a las células que producen insulina de tal modo que la insulina se agota y por eso las personas con diabetes requieren la restitución de insulina de inmediato para evitar complicaciones”, afirma.
Síntomas de un niño con diabetes
Natalia Miranda, especialista en diabetología, nos alerta sobre los siguientes síntomas:
- Sed muy incrementada
- Ganas de orinar permanente
- Pérdida de peso no buscada por el niño
La especialista asegura que, si se agrava el caso, puede haber náuseas, vómitos, dolor abdominal e incluso el niño puede perder el conocimiento o tener convulsiones. “Con los tres primeros síntomas debemos llevar al niño a un especialista”, recomienda.
Tipo de alimentación
La especialista en diabetología explica que gracias a la evolución de la medicina se ha mejorado mucho el tratamiento de esta enfermedad lo que le permite al pacientemente, bien medicado comer “prácticamente de todo”.
“Hoy no solo hay insulina humana sino análogos rectos, rápidos e incluso bombas de insulina que permiten una buena insulinización. Esto hace que el niño utilizando bien su tratamiento con insulina pueda comer prácticamente de todo. Es cierto que no debería comer azúcares, pero sí alimentos que típicamente aumentan la glucosa como la papa, fideos, arroz y pan. No están prohibidos en los niños (con diabetes) solamente limitados en las cantidades, de acuerdo a la edad del niño, sin embargo, sí deben ser parte de su vida habitual. El tratamiento se debe adaptarse a su vida y no al revés”, aclará.
¿Tendrá una vida normal?
“Hoy con las nuevas terapias se puede lograr con el tiempo un buen control (de la enfermedad), de forma tal que las complicaciones que acortaban o empeoraban la calidad de vida, como problemas renales, en el sistema nervioso, el corazón o el cerebro, podrían evitarse o postergarse muchísimo y el niño puede tener una calidad de vida y sobre vida igual a las otras personas que no tiene diabetes tipo 1. Solo tendrá una carga adicional que es la constancia de administrar la insulina de manera sistemática”, recalca.
La especialista en diabetología advirtió que la edad típica en la que se despierta la diabetes tipo 1 es entre los 8 y 10 años. “Es la edad clave en la que la mayoría de las personas con diabetes 1 hacen su debut, es decir esa inmunidad despierta y la enfermedad aparece”, precisó.