El aumento de azúcares, alcohol y comidas procesadas en las fiestas puede generar inflamación silenciosa que impacta en el rendimiento mental y la productividad. (Fuente: iStock)
El aumento de azúcares, alcohol y comidas procesadas en las fiestas puede generar inflamación silenciosa que impacta en el rendimiento mental y la productividad. (Fuente: iStock)

Durante las celebraciones de fin de año, muchas personas experimentan fatiga persistente, dificultad para concentrarse y sensación de “mente nublada”. Aunque suele atribuirse al estrés o a la falta de descanso, detrás de estos síntomas puede encontrarse la microinflamación metabólica, un proceso silencioso que se intensifica en esta época.

Este tipo de inflamación crónica de bajo grado ocurre a nivel celular y no presenta señales evidentes, pero altera funciones clave del organismo, especialmente cuando se combinan excesos alimentarios repetidos.

Qué es la microinflamación y por qué aumenta en diciembre

La microinflamación se ve favorecida por un incremento del consumo calórico, que en esta temporada puede elevarse entre 20 % y 30 %, con predominio de azúcares simples, harinas refinadas, grasas saturadas y alcohol.

Alimentos típicos como panetón, postres, gaseosas, frituras y carnes procesadas provocan picos reiterados de glucosa e insulina, lo que activa procesos inflamatorios. Una comida rica en carbohidratos refinados puede aumentar la glucosa en sangre hasta en 40 % en pocas horas.

Cuando la inflamación llega al cerebro

La microinflamación no se limita al metabolismo. También afecta al funcionamiento cerebral, interfiriendo en la comunicación entre neuronas. Estudios indican que este proceso puede reducir hasta en 20 % el rendimiento en tareas que requieren atención y memoria de trabajo.

Por ello, tras varios días de excesos, es común experimentar lentitud mental, falta de foco y menor productividad.

Entre los signos más frecuentes se encuentran:

  • Fatiga persistente
  • Distensión abdominal y retención de líquidos
  • Dolores de cabeza
  • Irritabilidad
  • Mayor deseo por alimentos azucarados
  • Dificultad para concentrarse

¿Quiénes son más vulnerables?

Algunos grupos presentan mayor susceptibilidad a la microinflamación:

  • Personas con sobrepeso u obesidad
  • Quienes tienen resistencia a la insulina o diabetes
  • Adultos mayores
  • Personas con estrés crónico

En el Perú, más de la mitad de los adultos presenta exceso de peso, lo que incrementa el riesgo de procesos inflamatorios durante las fiestas.

Cómo reducir los efectos en pocos días

Existen medidas simples que pueden generar mejoras rápidas:

  • Hidratación: entre 30 y 35 ml de agua por kilo de peso corporal
  • Alimentación: al menos cinco porciones diarias de frutas y verduras
  • Reducción de alcohol y azúcares: por al menos 72 horas
  • Actividad física: caminar 30 minutos al día

Esta última práctica puede mejorar la sensibilidad a la insulina hasta en 25 %.

“La microinflamación puede afectar la claridad mental sin que la persona lo note de inmediato. Retomar una alimentación ordenada permite reducir esa respuesta inflamatoria y recuperar la concentración”, explicó Román Acevedo, nutricionista y docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad San Ignacio de Loyola.

¿Cuánto tarda el cuerpo en recuperarse?

  • Personas con metabolismo saludable: entre 3 y 7 días
  • Personas con alteraciones metabólicas previas: entre 2 y 4 semanas

Si los síntomas persisten, se recomienda acudir a un nutricionista para una evaluación personalizada.

Mantener hábitos simples como no saltarse comidas, dormir al menos siete horas, hidratarse adecuadamente y moderar el alcohol permite disfrutar de las celebraciones sin comprometer la energía, la concentración y el bienestar mental.