Un paramédico y supervisor de bomberos del condado Polk, en Florida (Estados Unidos), buscado por la policía por un robo de vacunas contra el coronavirus (COVID-19) , se entregó este miércoles a las autoridades tras el arresto de uno de sus subordinados por el mismo caso.
Anthony Damiano, de 55 años, que ha sido capitán de una dotación de bomberos a lo largo de 14 años, está acusado de mala conducta y robo menor, indicó la oficina del alguacil del condado de Polk, en la región central de Florida.
Se esperaba que Damiano fuera arrestado al regresar a su vivienda tras un viaje fuera del estado, pero el sanitario, que en un principio alegó haber tomados las vacunas para suministrarlas a su madre, se entregó sin resistencia en una comisaría.
Otro paramédico relacionado con el caso, el hispano Joshua Colon, de 31 años, está acusado no solo de robar tres dosis de una vacuna de coronavirus, sino de rellenar los documentos necesarios para vacunarse en nombre de otras personas y de brindar información falsa.
La oficina del alguacil de Polk indicó este martes que Colon renunció a su puesto el viernes anterior y el lunes 25 de enero fue detenido, pero se encuentra ya en libertad bajo fianza.
Colon tenía la tarea de vacunar al personal de primeros auxilios de una estación de bomberos de Polk y de hacer el papeleo reglamentario para que quedase constancia de quien se vacunó y cómo se administraron las vacunas que el estado provee gratuitamente.
Colon dijo a la policía que, antes de la aplicación de las vacunas, su supervisor “bromeó” con él acerca de apropiarse de alguna dosis para su madre y después le pidió que reportara tres dosis como inservibles.
Cuando se fue a almorzar dejó todas las vacunas en un refrigerador y etiquetadas y cuando regresó tres ya no estaban allí, pero no informó a las autoridades.
“Joshua trató de encubrir al capitán, Joshua preparó la circunstancia para que las vacunas fueran robadas”, dijo el alguacil Grady Judd durante una conferencia de prensa el martes.
De acuerdo con el informe policial, Damiano admitió haber tomado las vacunas y le dijo a Colon que reportara esas vacunas como si se hubieran caído del escritorio de la estación de bomberos.
La policía indicó que la madre del supervisor nunca recibió las vacunas.
En Florida solo pueden vacunarse por ahora el personal sanitario y de primeros auxilios, los ingresados en residencias de ancianos y quienes los cuidan, así como los mayores de 65 años.
Actualmente hay una escasez de vacunas que tiene inquietas y preocupadas a las personas mayores, pues al mismo tiempo suben los contagios y muertes por la covid-19.
El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, saludó este miércoles que la Administración del presidente Joe Biden hiciera un “modesto incremento” del suministro de vacunas contra la COVID-19 para este estado, pero pidió más dosis y “tan rápido como sea posible”.
Desde marzo, el estado acumula un total de 1.676.171 casos y 26.249 muertes.
Fuente: EFE