“Las conexiones eléctricas antiguas están más expuestas a fallas”, comenta el especialista.
“Las conexiones eléctricas antiguas están más expuestas a fallas”, comenta el especialista.

La construcción de edificios multifamiliares ha cambiado el paisaje urbano. Este auge, impulsado por el crecimiento poblacional y el acceso a créditos hipotecarios ha facilitado cumplir el sueño de la casa propia. Sin embargo, es importante recordar que los primeros proyectos tienen o están cerca de las dos décadas y requieren mantenimiento, especialmente en áreas invisibles pero cruciales, como son las instalaciones eléctricas.

De acuerdo con Fernando Gainza, Gerente Comercial de CELSA, “los conductores eléctricos no son eternos. El tiempo, el uso continuo y la demanda energética cada vez mayor desgastan los cables y los equipos”. Según el experto, un sistema implementado hace veinte años ya no cumple con los estándares actuales de seguridad y eficiencia.

“Las conexiones eléctricas antiguas están más expuestas a fallas. Los materiales aislantes pueden haberse degradado, los enchufes y tomas pueden estar flojos y los conductores podrían no estar preparados para manejar la cantidad de dispositivos modernos que tenemos hoy en día. El deterioro de estos elementos aumenta el peligro de sobrecalentamiento, cortocircuitos e incluso incendios”, subraya Gainza.

Para saber si su red eléctrica está en buen estado, el profesional recomienda estar atentos a los siguientes indicios:

  • Llaves térmicas que se disparan con frecuencia.
  • Enchufes que se sienten calientes al tacto.
  • Olor a quemado o chispas visibles en los puntos de conexión.
  • Dispositivos que fallan o sufren apagones inesperados.

En caso de presentar alguna de estos problemas o tener una instalación que supere los 20 años, considere los siguientes pasos:

  1. Contrate a un electricista: Solo un profesional puede realizar un diagnóstico preciso y garantizar que las nuevas conexiones cumplan con los estándares de seguridad.
  2. Utilice materiales de calidad y seguridad: Los cables, enchufes y otros componentes deben ser certificados para evitar riesgos futuros. Adquiéralos en lugares de garantía para no ser víctima de falsificaciones.
  3. Incorpore dispositivos de protección modernos: Asegúrese de incluir interruptores automáticos y diferenciales.
  4. Revise la normativa vigente: Verifique que las nuevas instalaciones cumplan con las regulaciones de seguridad eléctrica del país.

Cambiar el cableado cada 20 años no es solo una recomendación de seguridad, sino una obligación para evitar accidentes graves. Revisar y actualizar las conexiones garantiza un hogar más seguro y preparado para las exigencias energéticas actuales. No espere que ocurra un accidente y actúe a tiempo.