Para la historiadora y politóloga Christabelle Roca-Rey, analizar el comportamiento de los políticos respecto a su propaganda visual, es una apuesta profesional que viene desarrollando desde hace algunos años. En 2016 publicó “La propaganda visual durante el gobierno de Juan Velasco Alvarado”, y tres años después entregó a sus lectores “La caída visual de Fernando Belaunde Terry y Francisco Morales Bermúdez. Estudiar en detalle el factor visual en el gobierno de Alberto Fujimori se hacía imprescindible, y es así que publicó en 2024: “Alberto Fujimori. Imagen y Poder, 1990-2000″ (Editorial IEP) . “El fujimorismo construyó su imagen a través de toda la visualidad, por eso, sabía que en algún momento tenía que analizarlo, aunque me preocupaba la poca distancia histórica que aún hay sobre ese periodo”, dice Roca-Rey.
¿Por qué la propaganda visual es vital en las campañas hacia la presidencia? La mayoría de electores, generalmente, basan sus impresiones sobre los candidatos a través de lo que ven en los diarios, sobre todo a través de las imágenes de los medios. Alberto Fujimori supo cómo manejar su imagen y presentarse públicamente para poder transmitir ciertas ideas sobre él. Lo hizo desde un principio, en realidad.
¿Alberto Fujimori tenía conocimiento de lo importante que era la imagen que proyectaba o lo fue aprendiendo poco a poco? Yo creo que él ya tenía una habilidad innata para ser un buen expositor visual, por eso, creo que es vital que se le enseñe eso a un candidato. En 1990 él contaba con pocos recursos para su campaña, postuló para ser candidato a la presidencia y para ser senador a la vez; cuando los candidatos hacen eso es porque piensan que no pueden ganar la presidencia. En 1990, Fujimori competía con candidatos de peso como Mario Vargas Llosa y Luis Alva Castro.
Las malas campañas visuales del Fredemo y el Apra, que se satanizaron el uno al otro, jugaron a favor de Fujimori.
Exactamente, por eso lo llamaron el tsunami Fujimori porque nadie lo esperaba, llegó de la nada, a través de estas imágenes que circularon en la prensa de él subido sobre un tractor, que creo fue la primera que apareció en los medios de prensa. Una imagen muy poderosa en términos visuales, porque en ese momento Mario Vargas Llosa era el favorito, pero en realidad para la mayoría de gente, el ser escritor le daba una imagen un poco elitista, abstracta, en cambio Fujimori se presentaba como un hombre de pueblo, cercano a la tierra, agrónomo.
La imagen de Fujimori fue creciendo desde un lugar expectante al no ser el favorito.
Ese fue un error de la campaña de Mario Vargas Llosa, ellos se concentraron en atacar al gobierno aprista y no se dieron cuenta en ese momento que Alberto Fujimori estaba subiendo en los sondeos. En mi investigación, me di con la sorpresa que tres semanas antes de la primera vuelta, en todos los periódicos había muy pocas menciones de Alberto Fujimori. No se esperaba que realmente pudiera pasar a la segunda vuelta.
Algo similar sucedió con la candidatura de Pedro Castillo.
Exactamente, fue algo muy parecido, cuando estaba haciendo la investigación sobre la primera candidatura de Alberto Fujimori, la elección de Pedro Castillo, me hizo recordar ese escenario del pasado, también fue una sorpresa para todos.
Ahora toda esa propaganda política visual se ha trasladado a las redes sociales y plataformas. Creo que allí se están trasladando las mismas estrategias visuales que había en esa época. Obviamente, la dinámica de las redes sociales, es un poco diferente porque hay una saturación visual, estamos expuestos a un montón de imágenes a la vez. Una termina viendo más o menos los medios con los cuales se identifica, y tal vez la versión del otro lado. No solamente es importante lo que uno dice en términos políticos, sino también el ser un candidato afable, que cae simpático, con sentido del humor y eso impacta mucho a los electores, sobre todo jóvenes que usan las redes.
¿Los candidatos a las próximas elecciones qué deben tomar en cuenta?
Que la visualidad es muy importante, pero no solamente como un contenido hueco, creo que se pueden decir muchas cosas a través de las imágenes, y se puede manipular también. Para captar un poco al electorado, las imágenes también son importantes para transmitir información concreta sobre los planes de gobierno, tal vez eso sea lo más atractivo.