Fotografía está en la tarjeta de visita y que fue tomada por el Estudio Courret.
Fotografía está en la tarjeta de visita y que fue tomada por el Estudio Courret.

Una tarjeta de visita y una fotografía de Miguel Grau Seminario, tomadas por el Estudio Courret (1878) y que pertenecen a la Colección Fotográfica del de la Marina de Guerra del Perú, han sido declaradas como Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura.

El valor histórico-institucional del expediente radica en que las fotografías de Miguel Grau muestran cómo eran los uniformes de la Armada Peruana en el siglo XIX, mientras el valor histórico-fotográfico, radica en la historia de la ciencia y tecnología, dada en 1863, donde Corruet, trae una técnica nueva del “colodión húmedo” que crea un negativo en vidrio, a partir del cual se podían sacar copias en papel de la misma imagen.

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TARJETA

De esta manera se permitió que se fabriquen las llamadas “tarjetas de visita”, en la que una persona notable o con los recursos suficientes, podía repartir fotos suyas entre colegas, familiares o amigos.

La imagen fotográfica plasmó el pasado para la posteridad. Tener una imagen de Miguel Grau es sumamente más significativo que una pintura, pues muestra con mayor realismo a la persona, que se muestra con su humanidad; no obstante, la magnitud de su figura heroica.

Según la historia, 8 de setiembre de 1879, Grau le escribe a su esposa desde Arica pidiéndole, “Ten la bondad de ir donde Courret y mandarme a hacer un par de docenas de retratos de álbum, para corresponder y darlas a todos los jefes del Ejército Boliviano que me piden con mucha instancia”.

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HOMENAJE

Para reconocer el valor histórico de Miguel Grau, el Héroe de Angamos, el embajador de Chile, Óscar Fuentes Lira, junto a la Municipalidad de Piura, rindieron homenaje en la plaza que lleva su nombre, en un acto solemne de hermandad entre ambas naciones.

Aquí con la colocación de ofrendas florales honraron la memoria del Peruano del Milenio, quien cayó abatido en el combate de Angamos cuando defendía a la nación del asedio de las fuerzas chilenas.

Posteriormente el embajador chileno fue reconocido por el municipio como “Hijo predilecto de la ciudad”, por su dedicado trabajo abocado a hermanar la nación chilena con la peruana.