Magíster en Escritura Creativa (PUCP) y licenciado en Ciencias de la Comunicación (UNSA). (Foto: Cortesía)
Magíster en Escritura Creativa (PUCP) y licenciado en Ciencias de la Comunicación (UNSA). (Foto: Cortesía)

Hace unos días Jorge presentó su primer libro de cuentos de ficción de la mano de Editorial Aletheya.

Tu primer libro fue sobre Patato, una figura inmortal del Club Melgar.

El libro sobre Eduardo ‘Patato’ Márquez es una crónica que buscó comprender el talento y personalidad de un goleador emblemático de Arequipa. Está escrito desde las herramientas del periodismo, con entrevistas, investigación en archivo, reporteo en campo, pero también hay un registro literario para potenciar la información. Fue un proyecto gratificante porque tomé consciencia de mi trabajo como autor. Además, se pudo presentar en Arequipa con la participación de don Eduardo, antes de que el falleciera en el 2020.

En “Contra toda autoridad, excepto…”, los personajes son jóvenes, a los que se asocia siempre con la rebeldía, ¿esa es la intención?

La rebeldía no debería ser exclusividad de los jóvenes. Mis personajes, sean adolescentes o adultos, tratan de enfrentarse a lo establecido, buscan romper con el destino impuesto, pero —y ahí surge el excepto del título— siempre hay una fuerza que los supera y bloquea sus planes. A veces, es el entorno social, la familia, el trabajo o nosotros mismos. Hay excepciones que limitan sus proyectos, que los harán fracasar, pero aun así insisten aunque salen hechos trizas. Y eso creo que es la decepción que viene adherida a los intentos de vivir a contracorriente: crees que has escapado del rebaño, que eres libre, que venciste, pero siempre viene la realidad, te golpea y te regresa al punto de partida.

¿No te preocupa que las múltiples referencias interrumpan la lectura de los cuentos?

La verdad no. La referencias pop son un elemento más en la construcción literaria. La trama y conflicto no dependen de las citas, y tampoco las referencias están ahí solo como un adorno o para hacer fan service. Salieron cuentos sobre otakus, cazadores de ovnis, reporteros hastiados o punks porque forman parte de los materiales culturales que consumo y conectan también de forma natural con el mundo de mis personajes. Tenía un deseo de escribir y aparecieron estas historias armadas con retazos de todo lo que vi en la TV, leí en la combi y escuché en mi discman. Así que hay que estar tranquis: si no has visto Full Metal Alchemist, o escuchado los discos de Barriada Vulgar o Asteroides 500mg, igual vas a entender el libro. Es más: te darán ganas de buscar el anime o la canción que cito.

Hay dos cuentos referidos al trabajo periodístico ¿Es un buen camino el reportear para escribir ficción?

Aunque en esos cuentos no hay un elogio de la vida de periodista (insertar risas), en mi caso la experiencia como reportero ha potenciado mi escritura. Estas ficciones no existirían sin todos mis recorridos por la ciudad para buscar noticias, sin esas voces de la calle que anoté en una libreta o registré en una grabadora, sin esos cierres interminables en una redacción. Todos estos años de trabajo a contrarreloj y de sumergirme en la realidad me han dado herramientas y materia prima para construir mundos e inventar a estos seres sin estrella. ¿Pero es un buen camino para escribir? No lo sé, es uno de los tantos caminos que hay. Yo solo escribo: a veces me salen textos periodísticos y otras veces estos cuentos que espero disfruten.


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