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Tras presentar dos cortometrajes en el Festival de Cine de Berlín, los hermanos Diego y Álvaro Sarmiento regresan este año a la “Berlinale” para estrenar su primer largometraje titulado Río Verde. El tiempo de los Yakurunas, en el que muestra la cotidianidad de los habitantes de una parte de nuestra selva.

El filme, un híbrido que mezcla el documental y la ficción, se exhibirá en la sección no oficial denominada “Forum”, apartado en el que también se presentó La boca del lobo, de Francisco Lombardi, en 1989.

“La película surge de un taller de video para niños y jóvenes que hicimos en Lamas y otras comunidades cercanas en el 2012. Desde entonces, conocemos a muchas gente de la selva y tenemos una relación con los temas amazónicos y andinos. Fuimos muchas veces para allá y grabábamos lo que después sería el lenguaje cinematográfico de la película. Nosotros, más que nada, queremos transmitir el ritmo, la atmósfera, la forma de vida de la gente de la selva. Queremos que el espectador sienta que está realmente allí”, explica Diego, quien se especializó en Comunicación Audiovisual en la PUCP.

INTERÉS. El hermano de Álvaro, quien llega esta semana a Lima desde la selva para tomar su avión rumbo la alejada capital alemana, señala que abordan temas relacionados con los indígenas o los nativos porque “nos interesa ver a la gente que está en el interior del país” y no solo registrar lo que ocurre en las zonas urbanas.

“Son gente que también nos representa como país, pero los medios de comunicación no les prestan atención”, apunta.

“También lo hacemos por nuestras raíces, que son de Pasco y Huancayo. Esto generó la identidad y personalidad que queremos transmitir en nuestras producciones. Nos interesa contar historias de la gente que está fuera de foco, de los peruanos invisibles”, subraya.

LA PELÍCULA. La cinta registra el día a día de dos parejas y un anciano, cuyas actividades van desde sus trabajos en casa hasta la agricultura y la pesca.

“Somos como un ojo observador, pero no es una mirada que juzga o que los ve como algo exótico. Solo registramos momentos. Y la confianza que generamos con estas personas es lo que finalmente se ha reflejado en la película, que es un híbrido porque tiene partes de ficción y de documental; es un poco experimental”, añade.

Diego Sarmiento, cuyo hermano estudió cine en Brasil, cuenta también que este es el inicio para los próximos largometrajes que tienen en mente trabajar juntos.

“Nosotros empezamos haciendo cortos, pero teníamos como reto hacer largometrajes. Este es nuestro primer largo y comenzar estrenándolo en el Festival de Berlín está bueno”, manifiesta.

Para terminar, Diego, que ahora vive en Cusco, asegura que no pretende hacer una denuncia con este filme, sino “mostrar lo que se está matando en la selva”.

“Queremos rescatar la historia de estos pueblos asesinados, el derrame del petróleo, ver lo que se está matando. La película es un viaje a la Amazonía”, concluye el director.