Cercanas las “velaciones”, especialmente los pueblos del Bajo Piura, ya sienten el ambiente de ir a los camposantos a honrar a su parientes difuntos y para gozar de tradición de los “angelitos” y las “roscas de muerto”.
Y es que esta costumbre sigue latente y se va expandiendo de generación en generación. Catacaos es uno de los lugares donde es el atractivo de las arraigadas “velaciones”.
No solo en los cementerios se ofrecen estos productos a base de harina y de deliciosos dulces en miniatura. La tradición no se pierde con el paso del tiempo, donde los “angelitos”, son ofrecidos en memoria de los niños fallecidos, que son regalados por costumbre a pequeños que tienen la misma edad del infante que falleció.
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ANGELITOS
Una de las familias que se dedican a tiempo completo en estas épocas a preparar los “angelitos” es doña Jesús Guerrero Briceño (64) llamada cariñosamente la “Canachiro”, quien dice haber aprendido de sus mayores.
Junto a su hermana Marisela, confiesan que su madre Simona Briceño era una experta en estos menesteres y ayudaba a la economía familiar con sus dulces y jaleas que preparaba.
Señala que su fuerte son los bocaditos duces y salados y que los prepara cuando ya todos duermen, convirtiendo los sacos de harina, manteca, azúcar, anís, esencias y otros elementos en los dulces que todos quieren consumir.
Desde su panaderías salen miles de “bolsitas de angelitos” para estas fechas que tiene un precios de 3, 5 y 10 soles, dependiendo de la cantidad de dulces artesanales en miniatura, hechos en forma manual, como rosquitas azucaradas, suspiros, colaciones, chumbeque, camote envuelto en papelito, pasteles, bombitas, alfajores y liberal.
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ROSCAS DE MUERTO
Otra de las tradiciones de las “velaciones” son las “roscas de muerto”, majar muy delicioso, hecho a base de harina, manteca, yemas de huevo, sal, azúcar, ajonjolí y miel al gusto.
Una de las icónicas y tradicionales panaderías en Catacaos es la “Sosa”, comandada por Jean Pierre Torres Sosa, quien mantiene el legado de su abuelo Manuel Antero Sosa Flores, que las prepara con ingredientes naturales, “nuestro productos son cero químicos, en horno de leña y una receta que todos conocen”.
Este año se ha propuesto preparar unas 14 mil roscas de muerto de todos tamaños, “Tenemos las especiales que cuestan 20 y 30 soles, que muchas familias llevan a otras regiones del Perú y extranjero como Ecuador, Chile, España, entre otros que hacen sus pedidos antes de las “velaciones”.
Por otro lado señala que ellos mantienen la tradición y el legado, “mi abuelo, natural de Narihualá siempre soñó tener su panadería y desde 1962 comenzó esta tarea, que hoy la heredamos, trabajamos velaciones 8 o más sacos de harina, todos a mano, una labor cansada y agotadora, usando los mejores ingredientes y con una delicada elaboración para obtener un producto súper especial”, dice Jean Pierre Torres, quien guarda celosamente la receta que la heredó de su abuelo, nos dice todo sale de la mezcla de harina, sal, azúcar, yema de huevos, manteca y otros insumos de primera calidad.
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FERIA
La comuna cataquense se une a la tradición y al atractivo turístico, por ello del 1° al 4 de noviembre realizará por primera vez la “Feria de los angelitos y las Roscas de muertos”, donde 33 reposteras, panaderos y cocineras de dulces y angelitos, deleitarán a los visitantes con estos productos.
Además en esta feria, la área de turismo planifica iniciar las tareas de preservar algunos de los dulces que Catacaos ofrece a la comunidad regional y nacional, por ejemplo el pastel de fuente, gofios, picarones, compota de guayaba, cocadas, acuñas de maní, entre otros más.
Esta festividad costumbrista y tradicionalista asegura unas “velaciones” muy dulces que dejarán una pauta para a futuro crear un ente que los organice y formalice en una asociación donde se incluyan a todos quienes tienen este arte de elaboración.
