El libro invita a observar con interés y atención la función representativa del lenguaje plasmado en la cerámica.
El libro invita a observar con interés y atención la función representativa del lenguaje plasmado en la cerámica.

Especialista en cirugía pediátrica, autor de una decena de libros de investigación en cuyo conjunto destaca el tema de la medicina en el antiguo Perú, el doctor Emiliano Paico Vílchez, también distinguido profesor universitario, acaba de entregarnos un nuevo libro resultado de su exhaustiva y acuciosa labor científica. Se trata de “El médico aborigen peruano”, publicado por el Fondo Editorial Comunicación del Colegio Médico del Perú.

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CONTENIDO

La flamante obra desarrolla su contenido a través de los capítulos: Medicina aborigen peruana, Formación del médico en el antiguo Perú, Clases de médicos, Práctica médica, Tratamiento de algunas enfermedades, Operaciones quirúrgicas, Honorarios del médico, Sanciones por la mala práctica médica e Iconografía del médico en la cerámica.

DOS SISTEMAS DE COMUNICACIÓN

El contenido de la importante obra se sustenta en dos ejes primordiales y convergentes, que, al mismo tiempo, nos remiten a la observación, comprensión y valoración de dos sistemas de comunicación que parten de un mismo referente temático: por un lado, la cerámica prehispánica y por otro, el lenguaje escrito de los cronistas de indias, sorprendidos e impactados ante la nueva y sorprendente realidad que descubrían y que veían plasmada en la orfebrería un mundo de experiencias relacionados con el estado y salud de los seres humanos de esta nueva parte del mundo.

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LA COMPRENSIÓN O “LECTURA” DE LAS IMÁGENES

En realidad, al observar detenidamente las imágenes representadas en los ceramios, el observador no solo contempla un objeto, sino que desarrolla también una alta capacidad lectora; es decir, desarrolla una forma especial de lectura que le permite ir descubriendo, por ejemplo, el orden y disposición de los diferentes elementos o componentes del respectivo ceramio, que de esta manera se convierte en una especie de “texto” o material de lectura, ya no de palabras o signos gráficos, sino representativos de las anomalías o estados de salud de las personas, con lo cual también se enriquece, amplía y trasciende el concepto tradicional de lectura.

TESTIMONIOS O EXPERIENCIAS

De esta manera, la mencionada obra permite comprender que la antigua cerámica peruana demuestra que los artistas u orfebres eran conscientes de que con su producción transmitían también a los receptores o destinatarios no solo un estado o situación particular de las personas enfermas o delicadas, sino también un testimonio, experiencia o propuestas que se debería aplicar en situaciones similares, con lo cual el arte de la cerámica alcanza también un valor de influencia en los receptores, que podían aplicar los tratamientos o curaciones correspondientes.

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OTROS VALORES

Pero el contenido del libro se proyecta también a otros aspectos, como los laborales, jurídicos y éticos; es decir, los ceramios también representan lo que podían o no hacer los antiguos médicos, todo lo cual revela el alto desarrollo de la medicina humana en el antiguo Perú, lo que revela que la medicina en esta parte del mundo antiguo había llegado a niveles muy altos de desarrollo; por lo tanto, la educación y la cultura habían alcanzado también altos y claros niveles de avance y evolución.

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CAMBIO DE ACTITUD Y PERSPECTIVA

Estos hechos nos proponen un cambio de actitud en la percepción, comprensión y actitud ante el arte cerámico prehispánico: no seguir viendo las culturas antiguas como inferiores o subdesarrolladas, sino con un elevado nivel de desarrollo científico y técnico.

Según lo expuesto, el libro del doctor Emiliano Paico Vílchez no se limita al descubrimiento de objetos, sino que es una clara invitación para observar con interés y atención la función representativa del lenguaje plasmado en la cerámica, sino que los objetos resultantes continuamente nos están invitando para asumir nuevas actitudes, toda vez que la diversidad y multitud de huacos constituyen también una especie de “biblioteca” compuesta por innumerables volúmenes para conocer, comprender, valorar y aprovechar el alto nivel al que habían llegado los antiguos peruanos, especialmente los médicos, quienes, de esta manera, no solo representaban estados y situaciones humanas o de salud, sino también proponían actitudes y comportamientos relacionados, por ejemplo, con los tratamientos, curaciones, intervenciones quirúrgicas y tratamientos para recuperar la salud en general.

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VALOR DE LOS CRONISTAS

Al mismo tiempo, la importante obra constituye también una sincera y cariñosa invitación a no perder de vista, sino a revalorar los libros y textos de los cronistas, porque junto a sus impresiones del descubrimiento, contienen también un valioso caudal que enriquece y consolida el conocimiento, específicamente, en este caso, de la medicina en el antiguo Perú. La misma que, según lo expuesto, no se difundía o transmitía en forma “pura”, sino integrada a una original y trascendente y cosmovisión y concepción de la vida humana, en la que se integran y concentran los enfoques y perspectivas científicas, folclóricas y mágicas.

Indudablemente, para llegar a este estado del conocimiento y la investigación se requiere interés exhaustivo y persistente, amplitud panorámica, sensibilidad, capacidad valorativa y vocación pedagógica, que son valores agregados y distintivos del autor de esta valiosa obra, que se suma enriquecedoramente a una valiosa producción científica y educativa.

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