“Eres mucho más grande de lo que crees”, es el nombre de la conferencia que dictará este 15 de mayo en el auditorio del Colegio San Agustín, Mario Alonso Puig, médico, conferencista y escritor español que ha volcado toda su experiencia profesional a investigar cómo desarrollar el potencial humano. A través de sus libros, cursos, conferencias, y en estos tiempos las redes sociales, ha logrado una conexión privilegiada con la gente. ”Solo se trata de ayudarnos unos a otros a vivir mejor, en un mundo tan turbulento”, nos dice desde Madrid, el destacado profesional.
¿Hay gente que va por la vida sin darse cuenta del enorme potencial que tiene y hay otros que sí? Nosotros tenemos que entender que cada persona tiene su tiempo. Lo mismo que hay plantas que crecen muy de prisa, hay otras por ejemplo, hay una variedad del bambú, que crece en China y Japón, que tarda siete años en dar el primer el brote, y sin embargo, está creando raíces a enorme profundidad de la tierra. Esa plantita que ha tardado seis años en crecer, en seis meses alcanza 30 metros de altura, que es la altura de un edificio.
¿Esto también se aplica a los seres humanos? Los seres humanos, por razones que se me escapan, tenemos distintas velocidades en nuestro crecimiento, hay personas que de pronto crecen muy de prisa, y bueno encuentran esa satisfacción, hay otras que tardan mucho en crecer, pero que cuando crecen lo hacen de una forma extraordinaria. Hay que entender que la paciencia no es el aguantarse, sino es el adaptarse al ritmo natural de las cosas, y desde mi punto de vista lo que hace más difícil el crecimiento, es no apostar, no creer en uno mismo y en sus capacidades.
Y precisamente el título de tu conferencia es “Eres mucho más grande de lo que crees”, ¿es importante creérsela? Tenemos que diferenciar lo que es una idea, lo que es una creencia. Porque la distinción es fundamental. Una idea es un concepto que yo tengo, una creencia es algo que yo doy, absolutamente por cierto, la creencia está en el inconsciente, que tiene una capacidad absolutamente inimaginable para generar encuentros insospechados, recursos inesperados que de alguna manera los estoy atrayendo en base a lo que yo creo, o los estoy rechazando.
¿Hay que vivir a nivel de certezas y no solo de ideas? Cuál es el gran desafío que tenemos los seres humanos, y por qué el título de mi conferencia (“Eres mucho más grande de lo que crees”) , porque en mi experiencia el gran obstáculo que tenemos para nuestro crecimiento, es que cuando nos hacemos la pregunta, quién soy yo, la forma en la que lo respondemos es tremendamente limitada, y al ser tan limitada, limitamos las posibilidades en nuestro mundo. Mi objetivo es que se den cuenta de que la etiqueta que se han puesto, de que lo que creen de sí mismos, no entro en que si es bueno o malo, está afectando a todo lo que sucede en su vida.
¿Qué se debe hacer para quitarnos esas etiquetas limitantes? Hay que actuar a dos niveles, el primero, es a nivel del razonamiento, tienes que explicar por qué esto es así. Nosotros, lo definía Aristóteles, como animales racionales, tenemos que entender por qué eso que vamos a vivir tiene sentido, que no es una tontería, que tiene una base científica, si esto es como para construir un edificio, si el ayuntamiento no te da permiso no lo construyes, nuestra razón es el ayuntamiento. Y nosotros tenemos que entender y explicar desde el punto de vista de la razón por qué realmente podemos vivir a otro nivel.
¿Cómo un cirujano después de mucho años de experiencia en los quirófanos descubre lo importante de investigar asuntos de desarrollo personal? A lo largo de los 26 años en mi práctica quirúrgica, pues hice lo mejor que supe para desarrollar, no solo la mirada del órgano que necesitaba una atención concreta, una medicación, una cirugía específica, sino la atención a la persona, a su mundo afectivo, a su mundo emocional, a la comprensión de cómo eso podía tener una relación con su afección física.
Una conclusión muy contundente. Es en la parte en la que estoy más enfocado ahora, ayudar a las personas a desarrollar la capacidad de conectar con su verdadero potencial y sacarlo a flote.