Oscuros: reseñas de “Precoz”, “Quémame los ojos” y “Una historia breve, extraña y brutal”

La novela “Precoz” (Animal de Invierno, 2022) es la confirmación del talento de la escritora argentina Ariana Harwicz para meter las manos en los abismos y entregar la mejor versión de la literatura: la que arriesga, sin concesiones, en los panoramas más complejos y ambiguos de la naturaleza del ser humano.

En una tendencia de buenas intenciones, que componen un infierno de historias y prosas que no inquietan, la autora destaca por cerrar lo que se conoce como su “trilogía involuntaria”, conformada por este libro y los anteriores “Matate, amor” y “La débil mental”.

Harwicz no solo explora historias poco convencionales sobre la maternidad, sino que su escritura toma las formas del horror, el placer, la locura y la miseria, para buscar lo que no se puede nombrar entre lo dulce y el veneno.

Los protagonistas de “Precoz” son una mujer y su hijo que viven en la Francia más delirante, oscura y alejada del glamour de la capital.

Su hogar se derruye en medio de sus carencias materiales y la vida errante que llevan y que son interpeladas por la autoridad francesa, de la cual escapan.

Mientras que la narradora expande su deseo hacia esquinas particulares, buscando el objeto de sus pulsiones, un hombre que la rechaza y la toma, en un círculo de violencia, sexo, marginalidad.

Novela breve pero inmensa en el vértigo de explorar el caos de la relación filial, de la inmigración, de los límites de las emociones, con una realidad que se despedaza como la idea de que el ser humano es siempre bueno, casi perfecto.

DATO

“Matate, amor” de Ariana Harwicz será adaptada al cine, bajo la producción del director Martin Scorsese. También se informó que la película será protagonizada por Jennifer Lawrence.

La novela fue traducida al inglés como “Die, my love”. En Perú, el libro se encuentra bajo la edición de Animal de Invierno.

REBELIÓN GUTIÉRREZ

Quizás sea uno de los relatos más impactantes que se han contado en un aula escolar. La imagen es impresionante: los cadáveres de dos hermanos colgados en la Catedral de Lima. Un fragmento de la historia peruana que, en mi caso, siempre recuerdo cuando estoy en la Plaza de Armas.

“Una historia breve, extraña y brutal” (Alfaguara, 2022) de Dante Trujillo reconstruye la muerte de los hermanos Silvestre y Tomás Gutiérrez, quienes dieron un golpe de Estado al presidente José Balta el 22 de julio de 1872, una acción que terminó cuatro días después con el mandatario asesinado y las cabezas de la rebelión ejecutadas por la población.

El libro de Trujillo está contado en primera persona, desde la mirada de un periodista casi obsesionado con el recuerdo de una fotografía de los Gutiérrez.

El narrador recurre a fuentes históricas como libros y documentos, pero no se queda solo en el registro sino que también se hace preguntas, plantea sugerencias, en un terreno donde se sabe poco, con un estilo híbrido entre la crónica y el ensayo.

INTENSOS

“Quémame los ojos” (Dendro, 2022) de James Quiroz destaca por el trabajo poético de su prosa, una cadencia que se suma a las historias turbias, eróticas y marginales de sus quince cuentos.

Lo sexual, tanto en lo placentero como en lo siniestro, atraviesan las textos ambientados en Trujillo, un escenario vivo que se aleja del mero paisaje.

Los personajes de estos relatos son jóvenes enamorados o perdidos en la infidelidad y el deseo pasajero.

La mayoría son varones que luchan contra sus impulsos, que buscan la redención o se resignan.

Así, con una evidente influencia de Roberto Bolaño, Gabriel García Márquez y Ernest Hemingway, el primer libro de cuentos del poeta peruano compone un retrato sórdido donde no falta el humor ni los días luminosos.

“Tentativa del cuento infinito” es la historia más lograda de “Quémame los ojos”, con toda la decadencia de sus protagonistas, sintiéndose el espeso vacío en el que están sumergidos: en este caso, el paso del tiempo que asfixia, las pérdidas y la renuncia.

Se trata de un gran homenaje a la escritura. La literatura le pertenece a los que escriben como si estuvieran por morirse en el próximo punto final.