"Todo acto de migración supone un desplazamiento no solamente físico sino también emocional”. Foto: GEC
"Todo acto de migración supone un desplazamiento no solamente físico sino también emocional”. Foto: GEC

Consagrada como una de las novelas más vendidas en la FIL Lima 2023, “El mundo que vimos arder” (Alfaguara, 2023), del escritor peruano Renato Cisneros, tiene un título que predice una historia sobre conflictos bélicos, pero la trama se desmenuza en temas actuales como la migración, el sentido de pertenencia, la patria y las guerras internas que conviven en los personajes, en nosotros y en el autor.

El también periodista cuenta a Correo que retomó la historia del joven peruano Matías Giurato Roeder, un piloto de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en la II Guerra Mundial, como punto de partida para dejar andar su imaginación y situarse en tópicos que aún remecen la realidad peruana.

“Mi experiencia de exilio se convirtió tal vez en ese argumento por el cual, ahora sí, esta historia se me imponía para ser escrita y allí empezó”, comenta el también autor de “La distancia que nos separa” (Alfaguara, 2015).

LEE TAMBIÉN: David Toscana, escritor mexicano: “Los escritores han pagado con su vida el derecho a escribir” (ENTREVISTA)

¿Te sientes reflejado en la historia de esta nueva novela?

Sí, sin duda. Creo que tanto el personaje de Matías como el del narrador, que también vive su propia historia en una época más contemporánea, encarnan temas que yo siempre he sentido míos.

¿”El mundo que vimos arder” es un distanciamiento a temáticas que has abordado en tus otros libros?

Creo que es un punto de quiebre formal y estructural. Quizás no tanto en los temas, pero sobre todo en la actitud literaria y en el aspecto estructural de las novelas.

En la novela, ¿Cómo convergen las historias de ambos personajes?

Diría que no son dos historias equivalentes. De hecho, mi intención era que la historia más contemporánea funcione como una suerte de ancla o excusa moderna. [También] quería que una historia fuese épica, que estuviese poblada de ruido, de aviones, de trasatlánticos, que hubiese como mucho vértigo, y estas escenas en el aire dan cuenta de un desafío narrativo que se contrapone al otro.

¿Cuál es tu intención con estás dos historias?

Está la forma épica y la forma intimista. Uno es un héroe más bélico y el otro es un héroe más del interior, que vive sus propias batallas y sus propios dramas y sus propias guerras, que parecen menores si uno las contrapone a la Segunda Guerra Mundial, pero que también son las guerras que lo inquietan, lo hacen sentirse desconectado, devastado. Entonces, esa era mi intención al contar estas dos historias en paralelo.

¿En algún momento como inmigrante te has sentido en esa guerra interna?

Siempre hay un poco de incomodidad en el hecho de vivir en un país que no es el tuyo [...], pero el mío es un exilio privilegiado y me gusta ser consciente de eso porque creo que es importante entender que todo acto de migración supone un desplazamiento no solamente físico sino también emocional.

En la novela se habla de la patria. ¿Cómo es tu relación con tu patria?

Para mí, la patria es un concepto cargado de simbología y desde niños nos han enseñado a adorar el término y lo que supuestamente significa, pero si uno lo piensa fríamente es una abstracción [...]. Siempre digo que somos más patriotas aquellos que cumplimos con ejercer nuestros derechos y también cumplimos con nuestros deberes.

Te han concedido la nacionalidad española. ¿Cómo te sientes con ello?

Es una decisión puramente pragmática para poder movilizarte por Europa sin tantos trámites, para que el día que vuelva a Perú, si es que un día vuelvo, no pierda el arraigo generado durante todos estos años viviendo aquí [España], pero no quiere decir que me he convertido en un súbdito del rey, ni que tenga reparos con la propia política española en algún sentido.

¿Por qué debemos leer “El mundo que vimos arder”?

Porque creo que todos estamos más cerca de la guerra de lo que creemos. [...] Además, las violencias de las guerras no son tan distinta de la violencia con la que ya convivimos. En la novela, todos han migrado o tienen a sus espaldas una experiencia migratoria, y creo que si ahondáramos en nuestras raíces y advirtiéramos que provenimos de una mezcla de culturas tan variada, seríamos menos prejuicios respecto a lo foráneo, a lo extranjero o lo ajeno.

¿Qué pretendes con tu nueva novela?

Siempre me acuerdo de la frase de Foster Wallace que decía: “La buena escritura debe calmar a los perturbados y perturbar a los calmados”, y me encantaría que este libro inquiete a la gente que se siente muy segura de sus opiniones y que acompañe a la gente que como yo y tal vez como tú hemos pensado muchas veces que el mundo está efectivamente ardiendo y quizás podamos hacer algo, quizás no para evitarlo, pero tal vez para vivir ese ardor con cierta dignidad.

PERFIL DEL AUTOR

Renato Cisneros, periodista y escritor

Ha trabajado como reportero, columnista y ha conducido programas de noticias en radio y televisión. Actualmente, firma una columna en la revista Somos y conduce “Sálvese quien pueda” desde Madrid.

1976 nació el autor en Lima, Perú. Hoy reside en España.


TE PUEDE INTERESAR