Imagen
Imagen

Veinte años después de ejercer el periodismo, oficio al que viene dedicándose tras dejar el Derecho a un lado, René Gastelumendi incursiona en la literatura con la publicación de "Litoral", libro de nuevo cuentos editado por Planeta.

Los relatos del reportero de "Cuarto Poder", que tiene una fascinación con el mar por ser amante del surfing, exploran conflictos interiores, frustraciones, primeros amores, placeres de la vida y encuentros con la otredad.

“Estas historias podrían transcurrir en la selva, en la sierra, en cualquier lado, pero resulta que ocurren cerca del mar y un par en el mismo mar; entonces, tiene sentido que este sea un hilo conductor”, resalta a Correo el también conductor de "América Noticias".

En algunos de tus cuentos hay personajes que corren tabla. ¿Ese también es tu hobby?

Sí, hay dos cuentos que hablan en concreto de ese mundo. Es el deporte que practico desde hace 30 años. Es todo un mundo, una subcultura. Y lo que trato de mostrar en uno de los cuentos, que es “Johnny Segovia nunca se fue”, es el racismo que había en toda la sociedad, y que sigue habiendo, pero que en ese micromundo del surfing se manifestó de una manera brutal porque se trató, y lo digo con énfasis, del primer cholo en salir campeón en la historia del surfing peruano. Fue algo realmente revolucionario. El coprotagonista también experimenta el racismo, la discriminación, la postergación. Y el otro, “Los caballeros de La Herra”, pretende ser la revelación de las profundidades de esta subcultura. Trata de la catarsis de un complejo, de la expiación del complejo de una persona, de un surfista mediocre que nunca puede ser un Caballero de La Herra. En el fondo, es un homenaje a lo que yo nunca pude ser.

En casi todos tus relatos encuentro frustración en los personajes por asuntos que nunca se llegan a concretar...

La frustración es un sentimiento muy potente y, así como todos, yo en mi vida he tenido muchas frustraciones. He tenido una infancia y una adolescencia complicadas. Creo que todos hemos tenido nuestras propias dificultades. Estos cuentos proponen librar estas frustraciones y denunciarlas para hacerlas un poco de todos porque son válidas y legítimas. Hay mucha frustración, mucha angustia, pequeñas tragedias, retos, conflictos interiores. Se supone que eso es lo que se pretende con el arte, poder liberarte, poder hacer catarsis. Ahora que me lo dices, yo recuerdo con muchas alegría mi adolescencia, mi infancia, pero también lo hago con ciertas angustia por no saber quién eres, a dónde vas. Eso se plasma en los cuentos.

Hay un personaje que está en Larco Herrera. ¿Él existió?

Sí. Es un personaje entrañable. Es un cuento que está relacionado directamente con mi profesión. La diferencia entre la literatura y el periodismo y es que en la primera cuentas las historias que quieres y en el segundo las que debes. Cuando coinciden, es una maravilla. En este caso, “El último huayno del Libertador” se inspira en un reportaje que después lo tuve que hacer cuento. Habla del encuentro con los seres diferentes, marginales, discriminados. Estamos hablando de un personaje psicótico, con un alma genuinamente loca. Encontrarte con una persona así, que manifieste la psicosis de una manera amable, dulce, culta, repleta de datos, y con gestos tiernos, de profesor, con una voz suave, es lo más cercano que yo he sentido a lo sobrenatural. Sentía que estaba frente a un personaje inventado en Hollywood, un real personaje de cuento. Él es Goyito y quería inmortalizarlo.

¿Qué te animó a escribir?

Yo creo que era una pulsión, una necesidad que sentí. Ahora siento la misma inseguridad, la misma pasión, pero a la vez la misma la certeza y la misma fuerza que cuando empecé en el periodismo.

¿Por qué decidiste empezar con el cuento y no la novela?

Por dos razones. La primera, porque tienes que escribir lo que puedes. No siempre se puede escribir lo que uno quiere, uno tiene que reconocer sus limitaciones. La idea fue mezclar lo que podía con lo que quería. La segunda, porque mí me han gustado mucho los cuentos que he leído en mi vida. Julio Ramón Ribeyro, Antonio Cisneros, Fernando Ampuero, Rey Rosas, Roberto Bolaño. Los cuentos son lindos. Además puedes leerlos indistintamente, no tienes que leer todo de un tirón. Y sí, me encantaría escribir una novela.

ENTREVISTA COMPLETA

TAGS RELACIONADOS