“La mujer” (Álbum del Universo Bakterial, 2022) de Victoria Guerrero Peirano es un poemario durísimo sobre la enfermedad, el duelo, la proximidad de la muerte, el hartazgo, con la virtud de encontrar resistencia, solidaridad y lucha en medio de ese gran todo que cae, ineludiblemente, sobre la voz poética y el lector.
El lenguaje toma la forma de la experiencia clínica, desoladora, que rompe el significado, sin la necesidad de nombrar lo que se padece, “la enfermedad apocalíptica”: para eso están los versos que duelen, hincan, agotan el cuerpo y, después, aúllan para ir contra todo.
El libro evoca a Emily Dickinson para hermanar la pérdida del hogar y la cotidianidad con la insistencia de vivir. A Marina Tsvetáieva para sostener la escritura que, como la vida, parece irse. A Sylvia Plath, con el (des) amor. A María Emilia Cornejo y Jo Hopper para mirar la soledad de la mujer.
Con Magda Portal y su dar la cara en el siglo XX, para hablar sobre cómo tomar la palabra y enfrentar el presente.
Todas vinculadas con el epígrafe de Dickinson que abre el poemario. Si “el agua se aprende por la sed”, “el Éxtasis —por la agonía—”, “La mujer” por sus cicatrices, escritos, rabias, hastíos, persistencias y desahogos. Por rugir como Anna Ajmátova: “con dolor y belleza”.
AUTORA
Victoria Guerrero Peirano (Lima, 1971) es Premio Nacional de Literatura 2020. Ha publicado “Documentos de barbarie”, “Y la muerte no tendrá dominio”, entre otros libros.