La entrañable amistad que se forjó en el colegio, esa complicidad que incluye compartir historias de vida fue el motor que impulsó a Sergio Vilela Galván, periodista y escritor, y a José Carlos de la Puente, historiador, para que juntos, como en los buenos tiempos decidieran contar los secretos de Machu Picchu en el libro “Un misterio entre las nubes” (Editorial Pichoncito). Como dicen los autores: “un cuento hecho con puras piezas de realidad”.
”La idea de la unión de un historiador y un periodista, era recuperar el valor de la narración, el valor de la buena historia para enganchar al lector, pero siendo muy cuidadosos de que la información reflejara los últimos hallazgos, los últimos consensos sobre Machu Picchu y el imperio inca. Mi participación como historiador es que yo también hago una invitación a la curiosidad, una invitación a la investigación. El esfuerzo es doble, rescatar el valor de una buena historia, pero cuidarse mucho de estar siempre en el terreno de lo demostrado, o en todo caso de lo posible”, dice de la Puente, magíster en Historia por la Texas Christian University.
Para Vilela, trabajar a cuatro manos es una experiencia interesante siempre y cuando se tengan objetivos comunes. “José Carlos tiene una buena narrativa, está muy pendiente de que toda su información especializada pueda contarse de una manera que llegue al público al que queremos. A mí me interesa mucho contar una buena historia, pero también con una importante información, en ese sentido, nos encontramos bien en el medio los dos, mimetizamos bastante, en ese sentido es fácil, ya tenemos una dinámica”.
¿Qué les motivo escribir “Machu Pichu: Un misterio entre las nubes?(De la Puente)
La primera motivación fue cuando nos preguntamos, qué libro sobre Machu Picchu, sobre los incas, nos hubiera gustado leer de niños. Y la segunda motivación tuvo que ver en parte porque compartíamos con Sergio, por un lado la afición por la buena literatura, las buenas historias, pero también el interés por la investigación, Sergio ya se había perfilado como un periodista de no ficción, que había publicado, yo también como historiador tenía algunas investigaciones, y la idea fue reportear, contar una serie de historias de personajes y de familias vinculadas a Machu Picchu,
Las ilustraciones son vitales en “Machu Picchu: Un misterio entre las nubes”. (Vilela)
Nos hacía mucha ilusión, poder poner también las imágenes que nunca hemos podido ver, como por ejemplo, cómo era Machu Picchu, y también todo el tema de la técnica de la construcción, eso ahora ya se sabe que fue un trabajo de los incas, pero nunca lo habíamos visto. Con el equipo de ilustradores nos reuníamos semanalmente para discutir los bocetos en sus diferentes estados de elaboración. Fue un trabajo arduo que tuvo un buen final.
Mucha gente piensa que lo que ya se sabe de la historia, allí quedó, cuando esta se encuentra en constante descubrimiento. (De la Puente)
Claro, y una cosa que yo siempre le digo a mis alumnos es que la ausencia de evidencias, no es evidencia de ausencias, es decir, por ahora nos estamos topando con documentos que quizás otros lo han visto, pero lo han pasado por alto porque no estaban interesados en nuestros temas o leyeron de otra manera. Otros casos son realmente verdaderos descubrimientos, y eso nos obliga a modificar, por ejemplo, cronologías. Ahora desde el lado de la arqueología, también hay cosas fantásticas que se pueden hacer con el ADN, entre otros, entonces pueden salir cosas increíbles, hasta el tipo de alimentación en algunos casos de linajes enterrados en Machu Picchu cosas que digamos hace 20 años, hubiera parecido ciencia ficción.