"Parte de esa ambición desmedida tiene que ver con pensar sólo en el beneficio de uno y no pensar como equipo, comunidad, país y nación”. Foto: Difusión
"Parte de esa ambición desmedida tiene que ver con pensar sólo en el beneficio de uno y no pensar como equipo, comunidad, país y nación”. Foto: Difusión

El actor peruano Emanuel Soriano nos deslumbra con una desafiante y nueva faceta actoral. Esta vez encarna a un rey pícaro y perverso que hará reír y enojar a la audiencia mostrando que es capaz de cualquier cosa por lograr todas sus ambiciones.

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La puesta en escena “Ricardo III o El sueño del jabalí”, un clásico de William Shakespeare, que se encuentra en temporada en el Teatro Británico, ha sido adaptada por la argentina Laura Silva para que entre carcajadas y enfados nos demos cuenta de cuáles son nuestras verdaderas intenciones en este mundo.

“Shakespeare tiene mucha intensidad, es un autor que pone en escena nuestros (comportamientos) más bajos y también los más humanos, lo más primitivo y salvaje que tiene el ser humano: sus ambiciones”, detalla Emanuel a Correo.

¿Cómo ha sido tu preparación para ser un villano?

Ha sido un proceso difícil y complicado dar en los aspectos más sombríos del personaje y de mí mismo para abordarlo. Sin embargo, también abordar sus heridas y sus lazos más vulnerables es lo que crea un buen personaje que es tridimensional y que no sólo es un villano.

¿Qué fue lo que más te interesó de la propuesta?

Cuando Laura me hizo la propuesta, en el 2022, yo le decía que para mí era muy importante ver las heridas del villano, [pensar en] qué estamos haciendo como sociedad para crear y formar villanos, qué nos hace ser personas con una ambición desmedida, qué vacíos buscamos llenar con el dinero, la riqueza, el poder y no a través del maravillosos hecho de vivir en comunidad.

Una obra con más de medio siglo nos muestra el mundo actual...

Son problemáticas atemporales (...). Creería que todo esto se repite y sigue pasando por nuestra humanidad porque es parte de nosotros (...) y porque nos cuesta vivir en comunidad. (...) Parte de esa ambición desmedida tiene que ver con pensar sólo en el beneficio de uno y no pensar en un sentido de grupo, de equipo, comunidad, país y nación.

¿Cuál te gustaría que sea la principal reflexión?

En cuanto a la historia me gustaría que se hagan la pregunta de qué estamos haciendo para crear villanos en nuestra sociedad, porque, finalmente, lo maravilloso que ha hecho la obra en la adaptación es también ver la súplica de Ricardo por el amor que nunca ha tenido.

¿Qué pasa con el personaje en ese sentido?

Por más que suene idealista, el amor es algo que mueve al mundo para el bien, para el bienestar. En todo caso, creo que, en Ricardo pueden ver todo lo contrario, es una persona que nunca recibió amor y ni siquiera sabe cómo darlo.

Ricardo nos muestra también una faceta pícara...

Sí claro, sino sería un personaje muy denso (...). Mucha gente me comenta que [en la obra] hay risas y va más allá de mi interpretación, es el texto que tiene ese poder, como lo ha conseguido Shakespeare. La gente disfruta todo lo que hace Ricardo desde un inicio y como lo va planteando en la obra porque finalmente es la oportunidad de dar lugar a la sombra que tiene cada uno.

¿La interpretación femenina en la obra influye también en tu personaje?

Definitivamente son trascendentales para las heridas que tiene Ricardo III, [sin embargo], eso no le quita responsabilidad de todos sus actos, crimines y su ambición desmedida.

¿Por qué recomiendas ir a ver la obra?

Desde que llegas ves una escenografía alucinante, construida con cadenas, todo muy sangriento, parece una carnicería. Luego cuando inicia la obra comienzas a divertirte extrañamente con el personaje (...), empatizas con él y al mismo tiempo lo odias, pero entiendes sus vínculos con las mujeres [de la obra] y empiezas a ver sus heridas, su frustración y es interesante identificarte con todo lo que le ocurre.

Como espectador, ¿qué harías después de ver “Ricardo III o El sueño del jabalí”?

Lo que veo finalmente es como un personaje siempre estuvo deseando un abrazo y nunca llegó. Entonces, después de ver la obra me invito a salir y darle un abrazo a mi familia, que no se olviden que estoy para ellos y que ellos no se olviden que los necesito también.


Sesión de fotos de la obra "Ricardo III: el sueño del jabalí", que va desde el 1 de junio del 2024 en el Teatro Británico. Elenco: Emanuel Soriano, Vera Castaño, Irene Eyzaguirre, Anaí Padilla y Sebastián Rubio.
Sesión de fotos de la obra "Ricardo III: el sueño del jabalí", que va desde el 1 de junio del 2024 en el Teatro Británico. Elenco: Emanuel Soriano, Vera Castaño, Irene Eyzaguirre, Anaí Padilla y Sebastián Rubio.

Sobre el personaje

Emanuel Soriano, actor

Descubrió su pasión por la actuación en su adolescencia y se inscribió en el taller de Bruno Odar; continuó su formación con Alberto Isola y, paralelamente, estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación en la USM

21 julio finaliza la temporada de la obra en el Teatro Británico.

35 años tiene el actor nacido en Lima, en enero de 1989.

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