Lionel Messi causó desorden con su talento y se encargó de provocar un autogol de Lucas Olaza para el 2-0 de Barcelona sobre Celta en la fecha 4 de LaLiga. El cuadro catalán jugó en inferioridad numérica desde los 42′, pero eso no calmó su búsqueda por el arco rival.
El defensor uruguayo anotó en propia puerta en el inicio de la parte complementaria del duelo disputado en Balaídos, al intentar bloquear un centro peligroso del astro argentino.
Olaza desvió la trayectoria del balón y desacomodó por completo a Iván Villar, quien no logró evitar la segunda conquista de los azulgranas.
Barcelona venía de sufrir la expulsión de Clement Lenglet, hecho que desencadenó la salida de Antoine Griezmann para el ingreso de Ronald Araújo a la defensa.