Dinamarca se impuso este lunes en Viena a Austria 1-2 con un gol tardío de Stryger Larsen, lleno de posibilidades en ambas partes, en el que el delantero austríaco Marko Arnautovic celebró su partido 100 con la camiseta austríaca. El partido fue eléctrico por su intensidad y por la ausencia de luz durante un tiempo, que retraso el inicio del mismo por noventa minutos.
Además de la victoria, destacó la actitud de los asistentes ya que se unieron en un solo color. El encargado del sonido del estadio Ernst-Happel de Viena decidió poner el clásico vals, “Danubio Azul” y, tras ellos, los fanáticos protagonizaron un gran momento.
El estadio sin luces, los hinchas alumbraron la luz con sus celulares e iniciaron una ola unísona que llamó la atención y se volvió viral por la belleza que generó el fanatismo dentro del balompié.