Con más del 50% de trabajadores formales bajo contratos a plazo fijo, planificar la etapa previa a la finalización del vínculo laboral es esencial para reducir incertidumbre y potenciar la carrera profesional.
Con más del 50% de trabajadores formales bajo contratos a plazo fijo, planificar la etapa previa a la finalización del vínculo laboral es esencial para reducir incertidumbre y potenciar la carrera profesional.

En el Perú, una gran parte de la fuerza laboral formal se desempeña bajo contratos temporales o a plazo fijo. Según datos de Equidad Labour & Development, el 56% de trabajadores asalariados formales tiene un contrato de este tipo, y se estima que alrededor del 70% de los contratos en planilla son temporales.

Este escenario hace que miles de personas enfrenten periódicamente la pregunta: ¿se renovará mi contrato? Por ello, los especialistas recomiendan prepararse con tiempo para gestionar una transición laboral ordenada y estratégica.

Planificación anticipada: aliada para la continuidad laboral

Adoptar una postura proactiva permite convertir el cierre de un contrato en una oportunidad para reforzar habilidades, evaluar alternativas y proyectarse profesionalmente.

A continuación, las recomendaciones clave para afrontar esta etapa:

1. Comunicación anticipada

Mantener un diálogo transparente con el jefe directo o con el área de Recursos Humanos ayuda a:

  • Entender si existe posibilidad de renovación.
  • Identificar expectativas y necesidades del puesto.
  • Proyectar la siguiente etapa laboral con mayor claridad.

Demuestra compromiso y facilita la continuidad en caso de una evaluación positiva.

2. Evaluación de opciones

Conocer las políticas internas permite explorar:

  • Oportunidades dentro de la misma empresa.
  • Vacantes en otras áreas o proyectos.
  • Alternativas externas en caso de necesitar una transición rápida.

Evitar la improvisación es clave para tomar decisiones informadas.

3. Desarrollo de habilidades

Fortalecer competencias aumenta la empleabilidad. Algunas alternativas:

  • Cursos cortos o certificaciones.
  • Entrenamientos en habilidades digitales.
  • Formación en liderazgo o manejo de equipos.

Esto permite asumir mayores responsabilidades y destacarse en evaluaciones.

4. Actitud profesional hasta el último día

Cumplir con las responsabilidades, colaborar con el equipo y finalizar pendientes refuerza la reputación profesional y mantiene abiertas futuras oportunidades laborales.

5. Planificación a futuro

Actualizar documentos y redes profesionales permite anticiparse a una eventual transición:

  • Currículum vitae actualizado.
  • Perfil en LinkedIn optimizado.
  • Red de contactos activa.
  • Metas claras para el siguiente paso de la carrera.

Una transición que puede impulsar el crecimiento profesional

Prepararse con anticipación ante la finalización de un contrato no solo protege la continuidad laboral, sino que también potencia la empleabilidad y el desarrollo profesional”, afirmó Giancarlo Ameghino, gerente de Gestión y Desarrollo Humano del Grupo Crosland.

Según el especialista, los trabajadores que actúan preventivamente enfrentan los cambios con mayor seguridad y aprovechan estas etapas como catalizadores de crecimiento.

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