Cuidar y criar a un niño o niña no es una labor sencilla, más aún cuando se realiza por primera vez. Requiere paciencia, dedicación y un constante aprendizaje por parte de los padres, madres y/o cuidadores. Sin embargo, debido a la falta de control en las emociones o los desafíos propios de ejercer una crianza en soledad, muchas veces estos recurren a prácticas inadecuadas como la violencia física y verbal, afectando el desarrollo socioemocional y la seguridad de los niños.
De hecho, 7 de cada 10 padres, madres y cuidadores reporta más de una práctica inadecuada en sus hijos de 6 a 36 meses, que puede reflejarse desde una agresión física y/o verbal hasta ignorar al menor. Así lo revela el estudio de Competencias Socioemocionales de Niños e Indicadores de Salud Mental de Cuidadores (ECIC), que Copera Infancia realiza junto a la Fundación Baltazar y Nicolás y la PUCP.
Ana Quijano Calle, especialista de Copera Infancia, explica que madres y padres en la mayoría de los casos recurren a este tipo de prácticas porque siguen patrones de crianza que recibieron desde pequeños, debido a que hay una normalización de la violencia. Así, añade que un factor importante es el desconocimiento del impacto de estas agresiones en el desarrollo socioemocional del niño. Además, la situación económica y social también resulta preponderante en las relaciones familiares, ya que el adulto en muchos casos subestima estas emociones, no logra ver cómo afectan la relación con sus hijos y su entorno.
“Cuando nos referimos a prácticas inadecuadas no solo es la violencia física que pueden ejercer algunos padres, madres o cuidadores, sino también a toda acción verbal y no verbal que realizan para cuidar, criar y/o corregir las conductas. La ECIC también reveló que el 21% reporta tener prácticas de violencia física y/o psicológica con sus hijos”, agrega Quijano.
La especialista sostiene que las prácticas como la agresión física o verbal pueden tener efectos negativos en el desarrollo infantil, pues perjudica la autoestima, la salud socioemocional y la capacidad de las niñas y niños para regular sus emociones. Esta situación se refleja en que 4 de cada 10 niñas o niños de 18 a 36 meses está en riesgo de que su desarrollo socio emocional se vea afectado, según la ECIC. Asimismo, precisa que los primeros años de vida son críticos para el desarrollo físico, cognitivo, emocional y social de un niño, y las experiencias que vive durante esta etapa pueden tener un impacto negativo en sus vidas.
Cabe precisar que estos resultados corresponden a la segunda ronda de la ECIC (octubre 2023), que contó con la participación de 4,595 cuidadores de niñas y niños de entre 6 meses y 3 años en las regiones de Puno, Piura, Madre de Dios, Lima Metropolitana y Callao y cuyos resultados están siendo difundidos tenazmente por Copera Infancia, a fin de incidir en los tomadores de decisiones, poner en agenda la problemática que afrontan las niñas, niños y sus familias.
En ese sentido, Quijano hace un llamado a que las autoridades nacionales, regionales y locales a poner en el centro nuestras acciones a favor de las personas y que hoy necesitamos tener una mirada holística de las necesidades que afrontan las familias; por tanto, se requiere materializar las políticas públicas en aspectos concretos a favor de las necesidades de los ciudadanos.
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