La atención es crucial para el aprendizaje efectivo; sin embargo, al utilizar una metodología de enseñanza tradicional, se anula la motivación y se pierde la atención del alumno.
La atención es crucial para el aprendizaje efectivo; sin embargo, al utilizar una metodología de enseñanza tradicional, se anula la motivación y se pierde la atención del alumno.

La atención cumple un papel importante en el aprendizaje de los niños al permitirles centrarse en un estímulo específico. Sin embargo, el entorno actual es un entorno de hiperestimulación sensorial, fruto también del uso excesivo de las redes sociales, que hacen más difícil la tarea de los maestros por mantener y focalizar la atención de sus estudiantes en las aulas, lo que representa un gran desafío para los educadores.

Hernán Ocampo, director fundador de la Escuela Pedagógica de Lima, quien de acuerdo con el pensamiento de Charo Rueda Cueva, explica que la atención es un proceso cognitivo fundamental que permite a los individuos seleccionar y concentrarse en información relevante, mientras ignoran estímulos irrelevantes. Este proceso es esencial para el aprendizaje y el desarrollo cognitivo, ya que facilita la capacidad de los niños para procesar información, resolver problemas y ejecutar tareas de manera eficiente.

El especialista señala que no debemos olvidar que la atención incluye varios componentes, como la atención sostenida, la atención selectiva y la atención ejecutiva, cada uno de los cuales juega un papel crucial en diferentes aspectos del comportamiento y el rendimiento académico.

Cabe destacar que la atención también puede verse afectada por trastornos del neurodesarrollo como el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), caracterizados por presentar momentos de escasa atención o una actividad excesiva, que llegan a afectar en el desarrollo y aprendizaje de los estudiantes, porque se limita su capacidad para captar y comprender completamente los conceptos.

Ante la importancia que representa la atención para el aprendizaje, Hernán Ocampo destaca el impacto de implementar diversas estrategias basadas en la neuroeducación, para captar la atención de los estudiantes en las aulas y lograr un aprendizaje significativo e integrado.

  • Relaciona la asignatura o área que estés desarrollando con un tema de interés para el estudiante. Al relacionar las asignaturas con temas de interés, los niños se sienten más motivados para aprender y participar de manera activa en clases. Además, mejora la retención de los datos aprendidos a largo plazo y desarrolla el pensamiento crítico.
  • Formula preguntas y no respuestas. El utilizar preguntas durante las clases despierta la curiosidad de los niños, permitiéndoles involucrarse con las respuestas y desarrollar sus habilidades de investigación; asimismo, ayuda a los docentes a identificar cuáles son las áreas de interés de los niños.
  • Utiliza el juego como estrategia educativa. El aprendizaje basado en juegos (ABJ) y la gamificación está relacionado con la motivación intrínseca. Un ambiente de juegos genera un ambiente de aprendizaje divertido y relajado que despierta un interés real por aprender, además ayuda a reducir el nivel de ansiedad y estrés que está asociado con la enseñanza tradicional.
  • Integra la educación emocional en clases. Las emociones tienen un impacto directo en el proceso de aprendizaje. Desarrollar habilidades socioemocionales en los niños, les permite a manejar situaciones de estrés, ansiedad y convivencia con sus compañeros; además genera una actitud más positiva hacia el aprendizaje.
  • Utiliza clases prácticas. Las clases prácticas facilitan el aprendizaje de nuevos conceptos al explicar la información de manera más dinámica. Gracias a esta participación activa, se mantiene la atención del niño, ayudándolos a retener información de manera más efectiva.

“Mantener la atención en niños y jóvenes resulta un reto dentro de las aulas; sin embargo, gracias a disciplinas como la neuroeducación es posible comprender de mejor manera el funcionamiento cerebral de los estudiantes para poder aplicar metodologías y didácticas, que se basan en la curiosidad y la motivación; de esta forma es posible lograr un aprendizaje significativo en los estudiantes. Me atrevería a decir sin duda alguna que sin atención no hay aprendizaje”, finaliza Ocampo.

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