Durante el primer trimestre del presente año, la brecha laboral entre hombres y mujeres todavía mantiene cifras alarmantes. Y es que el empleo formal aún mantiene una brecha del 20% a nivel nacional, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
“A pesar de que este porcentaje ha disminuido a comparación del año pasado, las mujeres se siguen ocupando de las labores domésticas, que es un trabajo productivo no remunerado realizado mayoritariamente por ellas. En las relaciones de pareja, el salario femenino se considera un complemento al del hombre; cuando si a este aporte económico le sumamos el aporte no retribuido realizado en forma de trabajo doméstico, supone un aporte igual o superior al del hombre, y así debe ser valorado”, manifestó María José Gómez, directora de la Fundación Forge para Perú, Colombia y Ecuador.
Este último informe se reveló que el 60.2% de los empleos formales son ocupados por hombres y el 39.8% por mujeres. “Las mujeres están presentes en sectores y empleos poco remunerados e informales. Si bien vivimos en una sociedad patriarcal, su contratación pasa por las empresas, que deberían facilitar los procesos de selección femenina, así como mayores políticas públicas que sumen a su inserción”, manifestó Gómez.
Si bien es cierto que la empleabilidad ha crecido para ambos géneros, aún nos encontramos con una diferencia notable en la informalidad. En el caso de los hombres, se ha incrementado en un 16.8%, mientras que las mujeres en un 31.5%.
La especialista en temas de brecha de género comenta que “se deben plantear nuevas políticas públicas que busquen una mayor inserción de fuerza laboral femenina en las diferentes áreas de las empresas. Pese a que ya hay un trabajo de equidad de género en el sector empresarial, este debe acrecentarse para llegar a niveles más equitativos”.
Casi el 90% de jóvenes menores de 25 años trabajan de manera informal
El informe también reveló que dentro de los grupos etarios, los jóvenes menores de 25 años son los que más se encuentran trabajando de manera informal (86.9%), aunque las estadísticas son negativas para todos los grupos, pues poseen más del 60% de su población.
“La informalidad en el Perú es uno de los temas más preocupantes. El Gobierno debe generar más programas de capacitación a jóvenes, sobre todo en habilidades blandas y digitales que son lo que más buscan las empresas hoy en día”, finalizó la directora de la Fundación Forge para Perú, Colombia y Ecuador.