Las cajas rurales se encuentran en una situación complicada en medio de la pandemia debido a que la morosidad de los créditos superó los dos dígitos en tres de las siete entidades que conforman este sistema financiero al cierre del 2020. Es decir, tienen índices de atrasos que van de 11.7% hasta los 57.6%.
Según la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), en el sistema en general, 14 de las 54 instituciones del mercado financiero sobrepasan el 10% de morosidad.
“Las cajas rurales han sido golpeadas, como en el caso de Sipán, que es chiquita y básicamente da créditos de microfinanzas en general (y donde la morosidad de clientes es 57.6%), también Los Andes, que es una ONG de Puno y da préstamos más a la población rural (donde la morosidad de clientes es 20.1%)”, refirió Jorge Carrillo Acosta, profesor de Pacífico Business School.
En este sentido, el experto en finanzas sostuvo que, para ayudar a los dos frentes, tanto al público que está cayendo en mora y al sistema financiero, se tiene que impulsar unos mejores programas de apoyo de créditos con garantías del Estado desde el primer mes.
“Los programas del Gobierno no han sido muy auspiciosos para la banca en general. Así como hubo cambios en el FAE-Agro y FAE-Turismo, se tendrían que ajustar las condiciones. Por ejemplo, aumentar las garantías de por los menos un 20%, para el primer tercio del plazo del crédito. Pasa que, si un cliente se cae en los primeros meses, el Estado no cubre ni un sol”, dijo.
También para que el problema no se agrave, Carrillo sugirió que el periodo de gracia de Reactiva Perú que vence en mayo, se amplíe hasta diciembre de este año.
Agregó que se tiene que sacar otra versión del FAE-Mype para seguir apoyando a las microempresas.
FUSIONES
Por su parte, Jorge Guillén, profesor asociado en Finanzas de ESAN, señaló que el sistema financiero en general tiene buenas provisiones, pero el problema lo están enfrentando las cajas rurales porque trabajan con un público más riesgoso.
En esa misma línea, planteó que dichas entidades opten por seguir con las reprogramaciones o rescate financieros.
“Las provisiones que tienen pueden utilizarlas para tratar de rescatar. Nadie está prestando más. Además, habría que esperar un poco que se reactive la economía y que haya más estímulos del Banco Central. Si la situación es insostenible a fines de este año, en el peor de los casos, van a tener que comprar o fusionar”, refirió
Para Carrillo definitivamente algunas cajas rurales van a fusionarse debido a que están en peligro.
“De las siete que hay, es muy probable que sobreviva la mitad. Las otras se fusionarían con alguna financiera o banco”, sostuvo.