El poder económico siempre establece un vínculo con el poder político, tal como pasa con la minería ilegal, que no es la excepción, considerando una serie de hechos que se registran en el país, principalmente en provincias, señaló a Correo el ex ministro de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi.
En ese sentido, dijo que el Lava Jato es un ejemplo muy claro, de los últimos años, del vínculo entre el poder económico y el poder político,
Explicó que el poder económico de la minería ilegal está sentando bases en el poder político por coloca candidatos a las elecciones que se realizan en el país.
Así, comentó que muchas personas, en el interior del país, tienen interés de participar en política, pero no tienen los recursos suficientes para financiar sus campañas.
“No es de extrañar que hay candidatos para alcaldes, gobernadores o congresistas, que no tienen dinero y caen en el financiamiento de la minería ilegal”, afirmó.
Entonces, según explicó, los que son elegidos corresponden a sus financistas con medidas que les son favorables.
Congreso. Herrera Descalzi dijo que en el Congreso se hacen leyes en favor, aparentemente, de la minería artesanal, pero la que sale ganando es la minería ilegal.
“Hace años hay en Perú una lucha entre las grandes inversiones y la actividad ilegal, llámese tráfico de terreno, tráfico de drogas, trata de personas, contrabando”, indicó.
Por ello, refirió que no se está haciendo una reflexión sobre lo que implica el vínculo del poder económico y el poder político, particularmente con actividades ilegales.
Indicó que se estima que la minería ilegal movería la mitad de las exportaciones de oro producido por las empresas formales, es decir entre $2000 y $2,500 millones al año.
El ex ministro señaló que la minería ilegal se expande en el interior del país, principalmente, en Madre de Dios y Ananea (San Antonio de Putina, en Puno), porque el oro tiene buenos precios.
