Según información oficial, el desempleo se ha más que duplicado en el último año en el país, pasando de 600.000 a 1,5 millones de desempleados, mientras que solo en el último trimestre móvil del 2020, en Lima Metropolitana y Callao, los ingresos cayeron en 15% frente a similar periodo del 2019, pasando de S/1.780 a S/1.530.
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Frente a esos números y con un 73% de la fuerza laboral trabajando en la informalidad, que el último año se incrementó en tres puntos porcentuales, Videnza Consultores propone –como parte de sus Propuestas para el Bicentenario– recuperar los empleos perdidos en el 2020 y reducir la tasa de desempleo del actual 14% a debajo del 10%.
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¿Cómo? Según ha explicado Janice Seinfeld, directora ejecutiva de la consultora, sus propuestas buscan que todos los ciudadanos tengan acceso a oportunidades, protección social y empleo formal, y forman parte de las 100 medidas que han podido identificar para que se implementen durante los primeros 100 días del próximo gobierno.
Así, para afrontar el desempleo en el corto plazo, recomienda ampliar el programa Trabaja Perú al sector privado para incorporar –mediante empleos temporales y por breves periodos (dos o tres meses por persona)– a jóvenes menores de 30 años al mercado laboral.
“Las empresas pueden reclutar por este programa hasta un máximo porcentaje de la planilla, por ejemplo el 10% o 20% y con un salario menor al mínimo”, señala la propuesta.
De esta manera, se lograrían generar 150.000 empleos en el primer año del nuevo gobierno, equivalentes al 10% del número de desempleados actuales (1,5 millones).
FORMALIZACIÓN LABORAL
Tomando en cuenta que la informalidad ha sido persistente a lo largo del ciclo de crecimiento económico, y que “más de la mitad de los ingresos de la clase media peruana provienen del sector informal”, la propuesta de Videnza Consultores también busca atacar esta problemática.
Y para hacer atractiva la formalización, recomienda –como punto de partida– impulsar la formalización empresarial mediante una estrategia basada en tecnologías de la información y una simplificación de la normativa laboral que ponga el foco en los costos de registro que son irrelevantes para acceder a la formalidad.
Adicionalmente, y en aras de fortalecer el cumplimiento, sugiere brindar incentivos/metas para que la fiscalización a cargo de la Sunafil abarque una mayor cantidad de empresas.
ATAQUE A LA INFORMALIDAD
Pensando en una reforma integral del marco laboral, el laboralista Jorge Toyama asegura que son tres los ejes que debería evaluar el presente gobierno, sentando las bases para que puedan implementarse –precisamente– en el siguiente gobierno.
El primero, la reconversión laboral para que las personas de sectores o actividades afectadas por la pandemia puedan recalificarse, reconvertirse y optar por una nueva actividad técnica profesional donde puedan desarrollarse. “Eso es urgente”, afirma.
En segundo lugar –coincidiendo con una de las Propuestas del Bicentenario– buscar mecanismos para formalizar el país porque las personas trabajan, pero lo hacen en condiciones muy precarias.
A lo que se le debe sumar, asegura el socio del Estudio Vinatea & Toyama, la reforma integral del sistema laboral peruano porque hoy toda la regulación está prácticamente concentrada en las grandes empresas formales y se descuida todo el mundo informal de la microempresa.
“En esta reforma necesitamos que la regulación incluya a la microempresa, que el Estado tenga una política de promoción del crecimiento de estas empresas a través de asistencia técnica y otros mecanismos y que exija que pongan en planilla a sus trabajadores con intervenciones de manera focalizada”, señala.
En ese sentido, la propuesta de Videnza Consultores apunta –como estrategia– a generar las condiciones para que las empresas formales generen más empleo mediante la simplificación del sistema tributario con un régimen único con escalas progresivas, y dándole continuidad a la normativa del teletrabajo.
Sobre este último punto, el laboralista Armando Gutiérrez del Estudio Rubio, Leguía y Normand, no duda en insistir en que “se debe pensar en que esta nueva modalidad de trabajo no debe generar desprotección del trabajador”.