Casi dos meses después de la renuncia del directorio transitorio (su gestión terminaba el 31 de diciembre de este año), finalmente la Junta General de Accionistas (JGA) de Petroperú designó uno nuevo.
El nuevo directorio será presidido por Alejandro Narváez Liceras, el propuesto por la presidenta Dina Boluarte, conocido por su vínculo partidario con Verónica Mendoza y que tiene una gran afinidad con los trabajadores de la empresa estatal.
Narváez fue designado como director independiente. Entre el 2003 y el 2005 presidió la empresa petrolera.
La JGA la integran el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Ministerio de Energía y Minas (Minem), cada uno con el 50% de participación, cuyos titulares, José Arista y Rómulo Mucho, estaban en desacuerdo con la propuesta de Boluarte, lo que demoró la designación del nuevo directorio.
Es decir, la posición de la Presidencia de la República prevaleció sobre la de la Presidencia del Consejo de Ministros.
Renuncias. Sin embargo, a pocas horas de ser designados los cinco directores, entre ellos Narváez, dos de ellos renunciaron: Robert James Mc Donald Zapff (director independiente) y Carlos Alberto Lezameta Escribens (director no independiente porque tiene una relación laboral con el Estado).
Al respecto, el ex presidente de Petroperú, César Gutiérrez, explicó a Correo que Mc Donald fue gerente general de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) y actualmente trabaja en temas de inversiones. “No está metido en el tema de petróleo, pero maneja el tema económico y financiero, necesarios para sacar de la crisis a Petroperú, cuyas deudas la siguen ahogando”, señaló.
En tanto, Lezameta trabajó en Petroperú hace 30 años, aproximadamente, no ha estado siguiendo el tema petrolero, “pero algo le suena”.
Sobre la designación del directorio, manifestó que se dio de forma extraordinaria y no ha guardado las formas.
“Hay un tema de forma porque para nombrar directores se necesita una convocatoria de la JGA; no se dio y no se ha publicado en el portal de la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) porque Petroperú, que es una empresa que lista en bolsa, pero no cotiza, debe cumplir con esta formalidad”, comentó.
Sobre el particular, refirió que la SMV debe emitir un pronunciamiento
Irregular. En ese sentido, Gutiérrez indicó que al no haberse convocado con anticipación a la reunión de la JGA, sencillamente cometieron una irregularidad ante la Ley General de Sociedades, lo que podría declararse nula la designación del nuevo directorio.
Respecto de la renuncia de dos directores del nuevo directorio, el ex funcionario señaló que quedaron tres integrantes y para decidir medidas se necesitan cuatro.
“Pero, se debe de tener en cuenta que los trabajadores tienen un representante en el directorio, con lo que suman los cuatro votos que se necesitan para tomar una decisión”, precisó.
El representante de los trabajadores en el directorio es Antonio Leonardo Manosalva Alarcón.
Antecedentes. Según el diario digital Altavoz, el nombramiento de Narváez ha generado un debate debido a un caso judicial de su pasado. En el 1973, cuando tenía 20 años, enfrentó cargos por una presunta violación, lo que resultó en una condena de seis meses de prisión, cumplida en ese mismo año.
“El caso resurgió en 2021 cuando la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) lo destituyó temporalmente de su cargo académico en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Sin embargo, Narváez fue reincorporado debido a un tecnicismo legal, ya que el presunto delito ocurrió antes de la promulgación de una ley que regula la destitución de empleados públicos con antecedentes penales”, señala el medio digital.
Credenciales. La designación de Narváez se hizo en medio de cuestionamientos en diversos frentes por su conocida posición estatista.
Ello se hizo visible tras la renuncia del directorio que presidía Oliver Stark. Narváez salió con el pie en alto, cuestionando los planteamiento del renunciante directorio, sobre todo el relacionado con el ingreso de una empresa especializada en rescatar a las empresas en quiebra, tal como estaba Petroperú, enero del 2024.
La esperanza de Petroperú es la refinería de Talara, cuya producción alcanzó el 70% de su capacidad instalada.
A setiembre de este año, sus estados financieros reportaron ingresos $2,644 millones, menor en 12% en comparación al período enero-setiembre del 2023.
Sus pérdidas netas alcanzaron los $745.4 millones, de los cuales $669 millones fueron de gastos operativos netos por la parada de la unidad de Flexicoking (FCK) de febrero a julio, además de la operación de los Lotes VI, Z-69 y X.
Golpe. La posición estatista de Narváez se evidenció aún más cuando, con un análisis político equivocado, salió a manifestar que la empresa no se debe privatizar y que tiene trabajadores capacitados para sacarla adelante.
El directorio que presidía Stark en ningún momento recomendó la privatización de la petrolera, considerando que en una situación de quiebra no es nada atractiva a los ojos de los inversionistas.
Lo que si recomendó el anterior directorio fue reducir gastos, como reducir el número de trabajadores, desalojar el edificio principal de la empresa, ubicado en una zona exclusiva de San Isidro, por lo que la empresa debería mudarse a Talara.
Político. Narváez estaba en el bolo para presidir Petroperú desde hace más de un mes, lo que generó críticas de quienes cuestionan un manejo político de la empresas, mucho más en su situación financiera.
Así, la Confiep señaló que llamaba la atención que se ponga a alguien político “y que tiene cuestionamientos”.
En tanto, el ex ministro de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi, señaló que la designación de Narváez ha sido con una mirada política y no se tomó en cuenta las recomendaciones “del exterior” (financistas), que esperaba otro perfil para que se haga cargo de una empresa como Petroperú.
En declaraciones a Canal N refirió que la gente del exterior esperaba un directorio distinto, que represente la confianza de quienes están en el exterior, de quienes depende grandemente el futuro de Petroperú. “Cuando se percibe el riesgo, los intereses aumentan y todo es más caro”, refirió.