Las farmacias de los establecimientos de salud pública no atienden el 100% de las recetas de los pacientes.
Las farmacias de los establecimientos de salud pública no atienden el 100% de las recetas de los pacientes.

Según un estudio de Videnza Consultores, por encargo de ComexPerú, este año se dejó de lado la compra corporativa de medicamentos en el Sistema Nacional de Salud (SNS) lo que está incrementando los precios hasta cinco veces en las zonas más alejadas, sobre todo en localidades andinas y de la Amazonía.

César Amaro, de Videnza Consultores, precisó que la compra corporativa aplica economía de escala, es decir, compra en gran volumen, lo que permite obtener precios menores respecto.

“Cuando se pierde la economía de escala y se diversifica los compradores, como ocurre este año, se fragmenta la compra”, precisó.

En ese sentido refirió que se ha distribuido dinero como Estado a más de 200 unidades ejecutoras de todo el país, entre hospitales, regiones, redes de salud, pero cada una tiene un aparato logístico pequeño, por tanto, acuden a proveedores locales.

Es así, prosiguió, que se encuentra que los precios en zonas urbanas se están duplicando y triplicando los precios de compra, pero en las regiones más alejadas, como Amazonas, Loreto, Madre de Dios, Ucayali, los precios pueden cuadruplicarse o quintuplicarse.

Admitió que el abastecimiento es más rápido, pero a precios más altos, lo que implica comprar menos.

Disminuye. Por ello, según explicó amaro a Correo, se está comprando, aproximadamente, un tercio del volumen previsto originalmente, “es decir, si compraba, por ejemplo, un paracetamol a 4 o 5 centavos, la vamos a comprar como país a 10 o 12 centavos promedio a nivel nacional; se tendrá menos unidades por cada sol invertido”.

La compra corporativa las hace Cenares (Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud), que depende del Ministerio de Salud.

El estudio indica también que en 2023, los peruanos gastaron, en promedio, S/169 por persona en la compra de medicamentos, ante el desabastecimiento de las entidades de salud del sector público.

Señala que el actual nivel de gasto es producto de la falta de medicamentos en los establecimientos públicos de salud. “Hasta este año, dos de cada cinco establecimientos del primer y de segundo nivel de atención no tienen disponibilidad de medicamentos esenciales”, refiere el estudio.



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