La eficiencia del puerto de Chancay para potenciar la competitividad de las exportaciones peruanas depende, en gran medida, de una sólida infraestructura terrestre, señala Comex Perú.
Explica que proyectos como la vía de evitamiento Chancay-Chancayllo, con inversión estimada de $120 millones, y el par vial Serpentín Pasamayo-variante Pasamayo ($175 millones) son fundamentales para mejorar el acceso al puerto y reducir la congestión vial terrestre.
También el cabotaje es importante y cuya ley y reglamento fueron publicados, eliminando la exclusividad de las empresas nacionales en la oferta de transporte de mercancía y personas entre los puertos peruanos.
Pero, persisten retos que dificultan la implementación efectiva del cabotaje en Perú: Desafíos tributarios.
Explica que cuando empresas peruanas contratan servicios de cabotaje de líneas navieras extranjeras no domiciliadas, se genera una renta empresarial de fuente local y conlleva una retención del 29.5% del valor del servicio para asegurar el pago del impuesto a la renta (IR).
Costo. Pero, si la línea naviera extranjera no desea percibir menor valor al esperado, la empresa local debe retener el costo adicional, lo que incrementa su carga fiscal.
“Además, el artículo 44 de la Ley del Impuesto a la Renta establece que el pago de impuestos de un tercero no es deducible, lo que aumenta la renta imponible de la empresa local”, agrega.
A ese costo, indica Comex Perú, se suma el impuesto general a las ventas (IGV), que se aplica a la utilización de servicios ofrecidos por empresas extranjeras no domiciliadas. “Pero, este IGV no sería considerado como crédito fiscal para la empresa local, ya que, para ello, el servicio debería ser un gasto deducible. Esto eleva aún más los costos del servicio, lo que desincentiva su uso”, señala.