Las plataformas digitales WhatsApp, Facebook e Instagram sufrieron una caída mundial que limitó su funcionamiento en varios países, incluido el Perú. Este apagón masivo dejó sin comunicación a más de tres mil millones de personas en todo el mundo, entre ellos miles de emprendimientos peruanos que también se vieron impactados negativamente a causa del colapso de las redes sociales.
Para el director del área de marketing de la Escuela de Postgrado de UPC, Giner Ordóñez, esto se traduce en una parálisis comercial que trajo consigo la imposibilidad de generar ventas por más de 6 horas y no poder contactar con clientes en horas que usualmente son de alto tráfico para los comercios.
EN PERÚ
Hoy en día miles de empresas, sean grandes o pequeñas, destinan su presupuesto a publicidad principalmente en estas tres plataformas y con la interrupción se ven enormemente afectadas. “Aquí el problema fue la falta de comunicación de los servidores para prevenir sus actualizaciones, sin duda daña la confianza a un sistema en crecimiento” señala el especialista.
OMNICANAL
Si bien WhatsApp, Facebook e Instagram son servicios gratuitos, pueden presentar problemas y para ello las empresas deben tener un plan de contingencia por si vuelve a suceder, el especialista recomienda, primero, que los negocios deben ser omnicanal. Esto refiere que se debe integrar todos los datos que se tienen de un cliente, es decir: su número de WhatsApp, es el mismo que permitirá entablar una conversación telefónica. Si se ‘’cae’' un servicio, debemos tener alternativas como: ubicaciones físicas, páginas web y chat en vivo, diferente redes sociales y aplicaciones móviles como Slack o Signal.
El sistema digital y el comercio digital son diferentes. Contar con una página web profesional puede acelerar las transacciones entre compradores y vendedores, además de tener la disponibilidad de venta las 24 horas del día todo el año. Esta se puede convertir en tu imagen corporativa y la primera cara visible de tu marca.
Sistemas de comunicación interno. La caída de las redes sociales no solo afectó las ventas hacia el cliente final. También frenó el ritmo de las coordinaciones logísticas y de gestión. Es importante contar con un equipo de esté preparado para actuar ante momentos de crisis y comunicar las soluciones inmediatas.