Rentas de jubilación tomarán un nuevo impulso en el 2018
Rentas de jubilación tomarán un nuevo impulso en el 2018

Cuando el  aprobó en abril de 2016 la Ley N° 30425, la cual permite el retiro de hasta el 95.5% de los fondos de jubilación en el Sistema Privado de Pensiones (SPP), se pensó que sería el fin de las . Sin embargo, tras las primeras devoluciones, se hizo evidente que el golpe más duro lo recibieron las compañías aseguradoras, que recibían el fondo acumulado por el afiliado, a cambio de darle una pensión mensual de por vida o “renta vitalicia”.

Según la , este producto pasó de ser el principal en la rama del sistema privado (49.6%) en el 2015, a representar poco más de 20% en setiembre de este año. Sin embargo, la caída se ha detenido y en el 2018 podría dar la vuelta.

SOLUCIONES CREATIVAS

De acuerdo con Alfredo Galdós, gerente del Área Comercial de Rentas Vitalicias de Pacífico Seguros, una de las compañías que ha lanzado al mercado rentas privadas a plazos determinados (de 10 a 15 años), la clave está en adaptarse. “Lo que hemos hecho nosotros es adaptarnos al mercado. Lo que se ve es que el cliente quiere que le digan las cosas simples, saber qué harán con su dinero y cuándo lo tendrá de vuelta, quieren tener el control”, señaló a Correo.

Con esta fórmula, asegura que están logrando alcanzar niveles superiores a los que tenían antes del cambio normativo. “El mercado está tres a uno, más o menos: con tres personas que toman rentas particulares y una que toma renta vitalicia”, explica.

EL MERCADO

Una visión ligeramente distinta tiene José Bazo, gerente general de Vida Cámara Seguros, una compañía peruana perteneciente al holding financiero ILC.

La renta vitalicia tiene como virtudes que es previsible, de largo plazo, invariable y como lo dice su nombre, de por vida. Nosotros entramos al mercado dos meses después de la aprobación de la ley y aún así hemos apostado por el mercado peruano, porque tenemos grandes expectativas”, indicó.

Considera que lo primero por hacer es extender el alcance del sistema privado de pensiones, que actualmente cubre solo a trabajadores dependientes formales (30% de la PEA). “Lo otro es una cultura de la previsión. Todas las personas que aportan al SPP son personas que durante toda su actividad de trabajo han sido dependientes. Emprender una aventura a los 65 años podría poner en riesgo sus ingresos futuros”, dice.

Un punto importante que Galdós resalta es que los productos desarrollados también pueden ser contratados por independientes.

“No solamente nos quedamos con el 30% de personas que podrían tener acceso a una pensión, sino que llegamos a otra parte del mercado”, comenta.