Se impone una prórroga del trabajo remoto

Han pasado casi dos años desde que los peruanos convivimos con el trabajo remoto como consecuencia de la pandemia. Aunque muchos trabajadores ya comenzaron a retornar a las oficinas, la aparición de nuevas variantes del COVID-19 generan dudas sobre el futuro del también denominado teletrabajo.

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Dicha modalidad de labores se hizo posible en nuestro país con la emisión de una ley durante el respectivo estado de emergencia, norma cuya vigencia se extiende solo hasta este 31 de diciembre.

En virtud a dicho plazo, abogados los laboralistas Jorge Toyama y Ricardo Herrera coinciden en la necesidad de prorrogarla.

Para el primero, miembro de Vinatea & Toyama, el Gobierno debe emitir normas que regulen la realidad y que promuevan la generación de empleo con protección social, por lo que debe continuar fomentando el trabajo remoto por las ventajas que genera para el trabajador, su familia y el país.

“La ley termina el 31 de diciembre, pero es importante que el Gobierno la prorrogue porque la emergencia sanitaria continúa y las restricciones por la pandemia también. Y es un sistema flexible que ha funcionado en términos generales”, afirma Toyama.

De la misma opinión es Ricardo Herrera. El socio principal del Estudio Muñiz afirma que con la pandemia entre nosotros, la ampliación del trabajo remoto se impone.

“Considero que debe extenderse mientras estemos en emergencia sanitaria. Nació por esta y se justifica mientras la pandemia no desaparezca, porque es un mecanismo de protección del trabajador para no exponerlo a traslados ni interactuar con muchas personas”, resalta.

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Para su aplicación, Herrera indica que “hace falta que las políticas públicas y la regulación tengan siempre presente que trabajadores y empleadores deben seguir considerándolo rentable, eficiente y productivo, respetando -claro está- los derechos laborales”.

¿TELETRABAJO?

En caso que el Gobierno opte por no prorrogar la vigencia del trabajo remoto, Herrera sostiene que, de volver a implementarse en enero la Ley de Teletrabajo, sea la antigua o una nueva, “debe comprender, entre otros puntos, el derecho a la desconexión”.

De ser así, Toyama advierte que estaríamos ante un sistema “más rígido” para trabajar a distancia.

“No solo se requiere un acuerdo entre empresa y trabajador (hoy la empresa decide), también es necesario un convenio escrito. Y la empresa, además de asumir los gastos del teletrabajo (como el Internet y la luz), también debe preocuparse el doble en temas de seguridad y salud en el trabajo”, anota.

Por esa razón, considera que, aunque es necesario que la Ley del Teletrabajo mantenga las ventajas y flexibilidad del trabajo remoto, que ha funcionado, “sí debería regularse que en caso no haya acuerdo entre las partes”. “La empresa debe asumir los costos del trabajo a distancia”, agregó el especialista.

RETORNO A MEDIAS. Frente a ese panorama, Toyama y Herrera consideran que en el 2022 no veremos un retorno masivo a las oficinas.

“La mayoría (de empresas) ha fijado un esquema híbrido o mixto que ha funcionado y continuará”, dice Toyama.

En tanto, para Herrera “todo dependerá de la desaparición o no de la pandemia”, aunque los empleadores tenderán a mantener el trabajo remoto para volverse atractivos y captar a los mejores talentos.