La delincuencia parece ganar terreno en la provincia de Caravelí, pues sin la presencia de policías y con un mínimo presupuesto poco o nada se puede hacer.
Esta realidad la viven los fiscalizadores de la comuna provincial de Caravelí, al igual que su alcalde Roberto Soto quienes en las últimas horas fueron amenazados de muerte por los constantes operativos y cierres de locales de dudosa procedencia, se realizan en la capital de la ciudad.
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SECUESTRO
Según la autoridad, uno de sus fiscalizadores fue secuestrado el martes a las 22:00 horas, cuando caminaba por la plaza principal. “Este fiscalizador me contó que fueron cuatro hombres, que de inmediato lo maniataron y subieron a un vehículo, le cubrieron el rostro y lo llevaron hasta una zona alejada, allí lo golpearon y le dijeron ‘te dijimos que dejes de cerrar, no queremos operativos, no más cierre de locales’, eso me contó el trabajador que estuvo a punto de morir”, detalló la autoridad.
Agregó que cuando uno de sus secuestradores intentó cortarle el cuello, el trabajador le golpeó con su cabeza y logró huir hasta la carretera para pedir ayuda, un camión lo habría llevado hasta la dependencia policial más cercana. “Me contó llorando lo que pasó, Caravelí esta siendo invadida por mafias, no solo de minería ilegal, sino de personas nacionales y extranjeras que comenzaron a defender a prostíbulos y cantinas”, agregó.
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