Una reciente inspección que realizó un equipo de la Contraloría al centro de salud Francisco Bolognesi de Cayma, permitió descubrir una serie de falencias graves que perjudican la atención de los pacientes, como el tener almacenado un considerable número de vacunas vencidas, algunas de ellas usadas para combatir enfermedades graves e incapacitantes como la poliomielitis.
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Según el Informe de Visita de Control N°030-2024-OCI/0663-SVC, la inspección se realizó en dos oportunidades. La primera se hizo el 21 de agosto y se verificó que el centro de salud tenía en stock 168 frascos de dosis que de acuerdo al rotulado estaban próximas a vencer (fin de mes).
Guardado
Pese a la observación, la mayoría de estas no se utilizó, dado que el 2 de septiembre, el equipo de Contraloría que retornó al establecimiento de salud verificó que aún tenían almacenadas 149 frascos de las mismas vacunas ya vencidas.
Habían 78 botellitas de aplicaciones contra la varicela, 62 frascos de haemophilus influenza tipo B que se coloca para prevenir enfermedades como la neumonía, meningitis y otitis media y se administra a menores de cinco años que presentan reacciones alérgicas a la vacuna pentavalente.
También habían 9 frascos (180 dosis) de la de tipp antipoliomielítica Bivalente tipo 1 y 3. Luis Augusto Flores Málaga, jefe del centro de salud, explicó que los productos deben ser distribuidos con 6 meses previos a la fecha de vencimiento, pero en el caso de las vacunas, estas “se entregaron en agosto y se vencieron en el mismo mes”, dijo.
Al momento de la segunda inspección, no había frascos disponibles para aplicar a la población infantil.
Sin equipo ni personal. La presencia del órgano control sirvió también para advertir graves deficiencias que tiene el tópico de urgencias, pues no estaría en la capacidad de poder atender adecuadamente una emergencia. El establecimiento no cuenta con un coche de paro, desfibrilador; glucómetro portátil, electrocardiógrafo, monitor de funciones vitales; pantoscopio y maletín de reanimación pediátrica, todos necesarios para la atención de una emergencia.
De igual modo se observó que los consultorios de Niño Sano donde se realizan las actividades del control de crecimiento y desarrollo en los menores, también carece de equipamiento básico para que el personal de salud realice su trabajo y los pacientes reciban la atención debida.
Los consultorios no tienen linternas, estetoscopios pediátricos, lámparas de cuello de ganso, pantoscopios y tensiómetros pediátricos. Una de las dos balanzas pediátricas no funciona por la falta de un cable de energía y uno de los hemoglobinómetros portátiles está inoperativo.
Sin chofer
El centro de salud cuenta con una ambulancia tipo II, pero si ocurriera una emergencia en horas de la tarde, la unidad simplemente no podría trasladar al paciente. Sucede que solo cuenta con un conductor que labora de 07:30 am a 13:30 pm y no hay otro conductor disponible para cubrir el turno de la tarde.
El 11 de junio se hizo el requerimiento a la red de Salud Arequipa - Caylloma para contratar un conductor más, pero el pedido aún no ha tenido respuesta positiva. La unidad tampoco cuenta con 32 insumos básicos y 30 medicamentos para atender a los pacientes.