Franklin Lajo, representante de la Asociación de Guías Oficiales Profesionales de Turismo de Arequipa (Adegopa), informó ayer(18 de noviembre) que no solo fueron golpeados por la pandemia de la COVID-19, sino también por la informalidad que se registra luego de la reactivación económica.
“La informalidad es una enfermedad que viene antes de la pandemia, un dolor de cabeza para los profesionales y las autoridades. Pero luego de la reactivación económica se ha cuadruplicado. Pedimos a las autoridades control y sanciones severas porque debemos garantizar la calidad en el servicio”, señaló Lajo.
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Están empadronados
En Arequipa, son 900 guías registrados en un padrón, también están aquellos que se han especializado en guías de montañas y tracking. El 60% de guías no están trabajando, algunos se dedican a otras cosas como vender mascarillas.
“En las canteras del sillar existen guías que no tienen carnet y otros que han falsificado el documento. Hasta los choferes ahora son guías, pero no tienen la formación para dar el servicio al turista nacional y extranjero. La pandemia afectó al 100% a los guías y en la reactivación sólo el 40% de guías trabajan espontáneamente, el otro 60% son emprendedores, se dedican a otros oficios como construcción y venta de productos”, apuntó.
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Estas declaraciones las dio en el restaurante Salamanto que fue el primero en Arequipa en adaptarse a la pandemia de la COVID-19. El chef Paúl Perea afirma que desarrolla el concepto de trabajar con productos locales de estación. Lleva siete años degustando los paladares de turistas nacionales y extranjeros.