Mujeres gasfiteras de Arequipa. Foto: GEC.
Mujeres gasfiteras de Arequipa. Foto: GEC.

La labor de la mujer en la historia ha sido fundamental para el avance de la sociedad en general. Su lucha por la igualdad de género, la educación, la participación en la fuerza laboral, la política y la salud ha permitido avanzar en la igualdad de género y el empoderamiento.

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En un hito histórico para la región de Arequipa, un total de 140 mujeres, entre madres de familia y jóvenes, participaron del taller de gasfitería organizado por el Banco Mundial y el Ministerio de Vivienda, con el objetivo de potenciar este valor en las mujeres y brindarles herramientas para acceder a oportunidades laborales y económicas en la ciudad Blanca.

Esta actividad se realizó como parte de la ejecución del proyecto de agua y desagüe en las asociaciones de Apipa y José Luis Bustamante y Rivero, N31 y N39, ubicados en el distrito de Cerro Colorado. Las beneficiadas manifestaron a Correo que otro de los objetivos es la independencia económica.

Durante el taller, las mujeres aprendieron habilidades técnicas y empresariales para desempeñarse en el sector de la gasfitería, tradicionalmente dominado por hombres. El taller también buscaba romper las barreras que históricamente han limitado el acceso de las mujeres a oportunidades.

El representante del Programa Nacional de Saneamiento Urbano (PNSU), Ricardo Soldevilla, informó que el taller fue por más de 6 horas, en coordinación con la empresa privada de tubos, Pavco. Entre los temas que se recibió en los campamentos, está la denominación de tuberías, accesorios, pegados, entre otros términos que serían de ayuda ante un problema. Asimismo, se estima realizar otro taller al próximo año, en el que esperan contar con la participación de más ciudadanas del distrito de Cerro Colorado.

GUERRERAS DEL AGUA

Rosa Quenta Lupaca (25), relata que ahora tiene la preparación básica para trabajos de reparación o instalación de agua y/o desagüe, tan igual como lo hace un varón. Esperar y pagar 50 soles por un servicio, sería más laborioso que hacerlo uno mismo en una actividad que se ha masculanizado con el tiempo.

Además de arreglar problemas que se presentan en la casa, alegó que estas capacitaciones también ayudan al cuidado del agua. Por ejemplo, los servicios higiénicos deberían tener su sistema de ventilación , así como al momento de botar el agua de los servicios a los lavatorios.

“Ahora que se tendrá agua potable, he aprendido muchas cosas, por ejemplo, cuando se dan esos tapones, malos olores en el baño, como cuidar las tuberías. Debería haber mas talleres similares, no solo de empresas privadas, sino también públicas, a fin de generar ese empoderamiento y una pequeña entrada económicamente”, manifestó.

Celia Ramírez Choque (37), madre de dos menores de edad, comentó que este proyecto debería extenderse en la región, sobre todo en el distrito cerreño, donde los casos de desigualdad generan violencia económica.

Acotó que hay pocos maestros gasfiteros en las asociaciones, por lo que se ven obligadas a esperar por horas hasta tener el servicio. Comentó que un día es insuficiente para aprender a detalle el trabajo, sin embargo, tratar temas básicos fue esencial.

“Nosotras mismas ahora podemos hacerlo, conexiones internas y eso nos ayuda a poder armar un negocio y también a otras personas. Tambien deberia haber capacitaciones gratuitas en otras especialidades costura, cosmetología, campañas técnicas, construcción, cosas nuevas para no necesitar de un hombre, ser independiente”, resaltó.

Rosalín Flores Camargo, también compartió su experiencia y recordó que toda actividad también puede ser ejecutada por una mujer. “Vamos a enseñar a las vecinas y así trabajar de manera conjunta”, apuntó.

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