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El hacinamiento de internos en los penales de varones de Arequipa (Socabaya y Camaná), está por encima del promedio nacional, debido a la aplicación del Nuevo Código Penal y de la llamada “ley Antauro” que restringió, desde el año 2013, la aprobación de beneficios penitenciarios.

Esta realidad fue expuesta ayer por funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) ante los magistrados de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, en una sesión taller cuyo objetivo es entender el trabajo de resocialización aplicado en las cárceles y usarlo como argumento al evaluar los pedidos de libertad condicional.

Mientras a nivel nacional el hacinamiento promedio es 139% por encima de la capacidad de las prisiones, el penal de varones de Arequipa registra 200% y el de Camaná llega a 226%. En Socabaya, las instalaciones admiten 667 internos, pero se alberga a 1999, mientras en la provincia costeña cumplen prisión 286 varones en ambientes preparados solo para 78.

El médico Marco Cuéllar Vásquez, subdirector de tratamiento del INPE, defendió ante los jueces la metodología empleada para primero educar a los internos, luego capacitarlos en un área laboral y, finalmente ubicarlos como productores de recursos mediante su propio trabajo.

“Los presos no van a los talleres solo con el afán de ganar el dos por uno, la casi totalidad van convencidos de que cambiarán su vida y empiezan a producir para sostener a sus familias, por eso pedidos nos entiendan que cuando damos visto a un expediente, es porque sabemos que ese preso saldrá a la calle y no volverá a delinquir”, refirió.