La ejecución del Hospital Maritza Campos sigue siendo una promesa incumplida que afecta directamente a miles de habitantes del Cono Norte, señaló la jefa de la microred Zamácola, Narvy Vázquez.
MIRA: Gustavo de Vinatea, gerente del IIMP: Proyectos como Tía María son clave para decidir el rumbo del Perú
Durante su participación en un evento educativo en la Institución Educativa Inicial Piolin, la funcionaria criticó la falta de seriedad del gobernador regional, Rohel Sánchez, señalando que, si no se respetan los plazos de construcción, al menos debería informarse con transparencia a la población sobre el estado del proyecto.
RAZONES
Vázquez explicó que este hospital es vital para descongestionar la alta demanda en los centros de salud de Zamácola, Nazareno, Ciudad Municipal y PeruArbo, que atienden a una población de entre 175,000 y 200,000 habitantes. Solo el centro de salud de Zamácola, operativo 24 horas, recibe alrededor de 100 pacientes diarios, mientras que los demás funcionan entre 6 y 12 horas, lo que limita la cobertura sanitaria. Además, enfrenta un déficit de 20 trabajadores, incluyendo médicos, enfermeras y personal técnico.
“Podría atender emergencias y minimizar la mortalidad en nuestra jurisdicción, pero no sabemos ni siquiera en qué proceso se encuentra. No hay comunicación oficial ni avances visibles, y la población sigue esperando”, señaló Vázquez. Asimismo, denunció que, pese a ser la responsable de la microred, nunca ha sido invitada a reuniones relacionadas con el proyecto, lo que refleja una falta de inclusión en la toma de decisiones.
En el evento, Vázquez tuvo un breve acercamiento con el gobernador Sánchez, a quien le reiteró la urgencia de reiniciar las obras del hospital. Según la jefa de la microrred, Sánchez prometió en una reunión anterior que la construcción tomaría un año, pero ya han pasado al menos cinco meses sin avances concretos. El retraso no solo afecta la atención médica, sino también la calidad de vida de los pacientes.