El 27 de enero de 1963, la recién organizada redacción de Correo Arequipa estallaba de alegría y gran tensión. Estaba a punto de lograrse la primera edición del diario en esta ciudad, que empezó a circular el 28 de enero. La voz de Raúl Villarán llenaba la sala principal, había llegado de Lima para dirigir la empresa junto a periodistas reconocidos como Guillermo Thorndike, Mario Castro Arenas y José Gonzales Málaga además de Wener Lang, reportero gráfico de nacionalidad alemana, tal como lo recordó Bernardino Rodríguez, exdirector de Correo Arequipa en una de las tantas crónicas que ha escrito sobre la hisotria del periodismo.
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LA HISTORIA
Un local en la calle La Merced albergaba a la joven redacción y desde donde se planeeba cómo en esa primera edición se haría frente a la competencia de otros diarios como “El Deber”, “Noticias” y “El Pueblo”.
Ya se había llamado a algunos periodistas de la época, como Luis Eduardo Podestá, Juan Salas Ocharan, Carlos Zúñiga, Gustavo Salas, Jorge Hani, entre otros, incluido José Gonzales Málaga, quien se quedaría como director.
Ese mismo nerviosismo es el que nos acompaña a diario al preparar la edición que se verá al día siguiente, pero también nos sigue a cada momento, porque las noticias hay que darlas a conocer cuando suceden y a través de las plataformas digitales que hoy en día forman parte de Correo.
EL FUTURO
La primera portada de Correo decía: “Aumento de sueldos y salarios”, demostrando desde ya el espíritu de sus publicaciones: defender los derechos de los ciudadanos y abogar por su bienestar.
Ese mismo objetivo se mantiene latente en la redacción y, aunque ya no estamos en un solo lugar, la virtualidad nos ha permitido cohesionar un grupo con trabajo remoto, pero lo suficientemente unido e involucrado en los valores institucionales para lograr el producto que se ve a diario en la edición impresa y las plataformas digitales.
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