Mario Vargas Llosa acostumbraba visitar la picantería y pedir un platillo a base camarón. Foto: GEC.
Mario Vargas Llosa acostumbraba visitar la picantería y pedir un platillo a base camarón. Foto: GEC.

Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, siempre mostró su amor por Arequipa, su tierra natal y lo demostró en múltiples ocasiones como donar su valiosa colección de libros, el interés en promover tradiciones mistianas y sobre todo fomentar la cultura.

Si bien, frente a las cámaras se mostraba un poco serio, Mario Vargas Llosa siempre demostraba su amabilidad, sentido del humor, alegría cuando visitaba la picantería arequipeña La Nueva Palomino, ubicada en el distrito de Yanahuara. Mónica Huerta, dueña de este establecimiento, recuerda estos momentos únicos y como a Mario le encantaban platillos a base del camarón.

Mónica recapitula como siempre en el cumpleaños de Vargas Llosa, el 28 de marzo, el camarón estaba en veda y no podía degustar del platillo. No obstante, cuando volvía a estar en la carta, siempre pedía rocoto relleno, chupe de camarones, guisos, pallares, sarzas, entre muchas comidas tradicionales.

Manifestó que una de las anécdotas más recordadas es la cena de gala después de haber obtenido el galardonado Premio Nobel de Literatura en el 2010.

“Fue una sorpresa que eligiera una picantería tradicional para hacer la cena de gala, un evento tan importante para ese festejo. Fueron más de 30 platos que se sirvió ese día y cerramos la picantería solo para él y los invitados. Alguien dijo vamos a brindar con pisco sour, pero no, se levantó y mencionó que acá se brinda con chicha de guiñapo. Felices de haber hecho una gran labor, atenido al Premio Nobel", evocó con alegría.

Fueron varias visitas a la picantería La Nueva Palomino, donde no dejaba de alagar cada platillo tradicional. “Como le gustaba y degustaba de todas las exquisiteces. Comía de poco a poco, nunca te decía no”, expresó.

Alegó que la última visita fue en el 2019, cuando Mario Vargas Llosa estaba en una filmación para una televisora mexicana. Siempre respetuoso, la picantería lo recuerda con mucho cariño y agradecimiento por haber elegido la comida arequipeña a lo tradicional, llevándolo a la cima en varios eventos importantes.

Su fallecimiento, el último domingo, fue un golpe duro para las picanterías arequipeñas, pues el ilustre escritor Premio Nobel fue miembro honorario de la Sociedad Picantera de Arequipa.

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CORREO | Picantería arequipeña recuerda momentos únicos con Mario Vargas Llosa
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