Crear una nueva Constitución Política fue uno de los pedidos de los jóvenes que protestaron contra el gobierno de Manuel Merino, pero en opinión del economista Glenn Arce, es inoportuna ejecutar la propuesta en este momento de crisis económica.
Fundamentó que el impacto en la economía se agravaría, porque vivimos los efectos de la pandemia del coronavirus, la crisis política y las elecciones generales que se avecinan.
Bajo su óptica, esta dificultad se prolongará hasta después de las elecciones generales, considerando que, en un año electoral, los empresarios frenan sus inversiones hasta conocer las políticas que caracterizarán al nuevo Gobierno.
Ante este escenario, con el cambio de la Constitución que probablemente modifique el modelo económico, se generaría mayor incertidumbre.
El analista político y docente de la Universidad Católica San Pablo, Carlos Timaná, también dijo que es inadecuado plantear el cambio en este momento, además de analizar mejor los cambios que se quieren dar.
Ambos profesionales coinciden en que la nueva Constitución debe ser evaluada por el siguiente Gobierno.
Cambios que podrían discutirse
Las reformas estarían enmarcadas en las funciones y facultades de las instituciones del Estado.
El modelo económico de la oferta y la demanda, el uso de los recursos naturales, el régimen tributario y presupuestal, las funciones fiscalizadoras de las instituciones como OEFA, Indecopi, Contraloría, etc.
Inseguridad. Para el especialista una nueva Constitución cambiaría el modelo económico actual, generando incertidumbre en la población.