Personas se encuentran graves por usar el dióxido de cloro como tratamiento del coronavirus (Foto referencial)
Personas se encuentran graves por usar el dióxido de cloro como tratamiento del coronavirus (Foto referencial)

Desde hace varias semanas el Colegio Médico del Perú había advertido de los efectos nocivos que podía causar la ingesta del dióxido de cloro o CDS en la intensión de afrontar el coronavirus. Sin embargo, por la desobediencia o desconocimiento, la doctora Roxana Pérez Villafuerte, de la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Honorio Delgado en Arequipa, informó que de los 21 pacientes conectados a un respirador mecánico hay dos que sufrieron una intoxicación severa por el dióxido.

Uno de ellos es un joven de 34 años que el pasado jueves ingresó de emergencia al hospital COVID, y durante la entrevista que le realizaron, indicó que días antes una amistad le había inyectado la sustancia en la vena. Su baja saturación hizo que de inmediato ingresara a la sala de Trauma Shock donde fue intubado.

Hace tres días, un hombre de 53 años pasó de hospitalización a la misma sala para ser conectado a un respirador artificial debido a las complicaciones que le causó la ingesta del dióxido para tratar de “prevenir” la COVID-19. “El estado de ambos es sumamente delicado por el afán de tomar cosas que supuestamente los ayuda a prevenir la enfermedad y eso no va a suceder. Ningún medicamento la previene y mucho  menos esta sustancia que es tóxica para el organismo”,  refirió la doctora Pérez.

Agregó que estos dos casos  no son los únicos que están atendiendo, pues desde fines de agosto unas 13 personas afectadas por el coronavirus han tenido complicaciones por ingerir el CDS. Se encuentran hospitalizados y, además de ser diagnosticados con la COVID, han presentado otras patologías como gastritis y esofagitis.

Al igual que el número de pacientes atendidos en el triaje diferenciado, que bajó de 60 enfermos por día a menos de la mitad, lo mismo ha ocurrido con las camas UCI.

Hubo picos en los que diariamente 12  personas aguardaban por un respirador artificial, ahora unas cuatro tienen que esperar a que se libere un ventilador. La obesidad que padece la mayoría de los pacientes graves complica sus posibilidades de recuperarse.

21 camas con ventiladores tiene el hospital Honorio Delgado, todas están ocupadas