El Sistema Integrado de Transporte (SIT) nació con la promesa de brindar un servicio urbano ordenado y seguro para los ciudadanos en Arequipa. Pero, qué duda cabe que con el tiempo aquella propuesta se desvaneció para transformarse en el caos que hoy gobierna en las calles y donde los conductores creen que su derecho a circular está por sobre la seguridad de las personas que hoy están expuestas, más que nunca, a quedar gravemente heridas o incluso hasta perder la vida.
Esta semana, cuatro unidades del SIT han estado involucradas en accidentes de tránsito muy graves, como el ocurrido el martes en el sector de Israel, Paucarpata, donde una unidad de la empresa AQP Masivo que circulaba a excesiva velocidad, impactó contra un poste de alumbrado público para no chocar contra un furgón, dejando 53 personas heridas, la mayoría de ellas eran escolares que se dirigían hacia sus centros educativos.
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La última víctima de este sistema del caos, es Antonio Conza Quispe (72). Ayer, el anciano perdió el brazo izquierdo luego de ser atropellado al mediodía en la tercera cuadra de la calle Puente Bolognesi del Cercado al ser atropellado por una cúster de la empresa Santa Clara que David Morrón Huanca (45) conducía indebidamente por una vía no autorizada para el transporte público.
No es la primera vez que el chofer rompe la normativa de tránsito, pues según el récord de papeletas, tiene cuatro sanciones, desde pasarse una luz roja hasta dejar pasajeros en lugares indebidos.
Antonio Conza fue evacuado hacia el hospital de Yanahuara y luego referido al Carlos Alberto Seguin Escobedo donde fue operado. Su estado es delicado.
La empresa Santa Clara podría recibir dos sanciones de la municipalidad provincial de Arequipa: la primera, por no tener el bus acreditado ante el Sistema Integrado de Transportes (SIT), porque se encontraba en trámite y la segunda, por causar el accidente de tránsito.
Según el gerente de Transporte Urbano, Omar Florez, corresponde la infracción R-60 con una multa de una Unidad Impositiva Tributaria (4 mil 950 soles) por permitir que el bus circule sin acreditación. La segunda infracción R-93 sería por ocasionar el accidente y procedería la inhabilitación del conductor por un año.
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La municipalidad espera el informe de la empresa (tiene 7 días hábiles) y el reporte del perito de la Policía para colocar el proceso sancionador. El funcionario indicó que, a fines de octubre, terminarán las inspecciones en los terminales de las 10 concesionarias del SIT y posterior a ello se tendrá un diagnóstico de las condiciones en que prestan el servicio.
Preliminarmente, se estima que el 20% de las unidades de cada concesionaria presta el servicio sin la debida acreditación del bus, el cual es importante, porque garantiza que la unidad tiene SOAT, Seguro contra terceros y la revisión técnica. Argumentó que la falta de inspectores impidió que la fiscalización se realice antes de septiembre. Aunque muchos transportistas como de Transcayma adujeron que presentaron sus expedientes para la acreditación hace dos años y no hubo respuesta de la municipalidad, la subgerente de Transporte, María Chara, hace unos días, señaló que esta gestión no se puede responsabilizar por la omisión de las anteriores. Desde su perspectiva, los transportistas debieron exigir respuestas en su momento, y no ahora que se empieza con la fiscalización.
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