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A once años de pena privativa de la libertad ha sido condenado un recluso del centro penitenciario de Río Seco, ubicado en Piura, por extorsionar a un empresario chimbotano para no atentar contra su familia.
La Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa del Santa consiguió la ejemplar sentencia tras demostrar la culpabilidad de Julio Ronald Cárdenas Reyes (36), quien solicitaba la suma de 10 mil soles a su víctima a cambio de no hacerle daño a sus parientes.
El fiscal a cargo del caso, Waldo Benites Zapata, aportó todos los elementos que probaron que el interno piurano era autor del delito de extorsión en grado de tentativa. Asimismo, consiguió que el imputado deba pagar la suma de 2 mil soles por concepto de reparación civil a favor del agraviado.
Según las investigaciones, el calvario del empresario empezó el 18 de noviembre de 2018, cuando se encontraba en su imprenta, situada en el pueblo joven Bolívar Bajo, en Chimbote. En esas circunstancias, recibió una llamada telefónica de Julio Cárdenas Reyes, a través de la cual le solicitaban la suma de 10 mil soles a cambio de no atentar contra la vida de sus familiares.
La víctima continuó recibiendo llamadas y mensajes extorsivos por lo que decidió presentar la denuncia correspondiente ante del Departamento de Investigación Criminal (Depincri).
OTRA CONDENA DE 15 AÑOS
En setiembre de 2014, un juzgado de Trujillo condenó a Cárdenas Reyes y a su pareja Karin Ysquierdo Sánchez a 15 años de prisión también por extorsión en agravio de Amélida Gutiérrez Castro, a quien el recluso llamó para exigirle dinero a cambio de no torturar a su conviviente que se encontraba internado en el penal El Milagro de Trujillo.
Para entonces, el hampón, también conocido como “Tulo” purgaba otra sentencia por extorsión.
En una segunda llamada , el facineroso advirtió a Amélida Gutiérrez que pague el dinero, haciéndole escuchar los quejidos de su conviviente, quien le pedía que aceptara el requerimiento de los delincuentes. La agraviada puso la denuncia ante la Fiscalía.
Ante esta situación, personal encubierto se hizo presente en el frontis del penal, tal como lo solicitaron los extorsionadores mediante llamadas telefónicas.
El dinero fue entregado a la acusada Karin Ysquierdo Sánchez, la que fue intervenida por la Policía.
Posteriormente, la acusada reconoció que su pareja Julio Cárdenas Reyes, quien en ese entonces se encontraba purgando condena en el penal El Milagro, la había llamado para decirle que reciba el dinero.
Los Jueces Raquel López Patiño, Jorge Quispe Lecca y Juan Luján Castro dispusieron además una reparación civil de dos mil soles que los condenados deberán pagar en forma solidaria a favor de la agraviada.
